Actualmente, Paraguay se ubica en el quinto puesto de la tabla con 24 puntos, lo que lo deja en zona de clasificación directa. El rival será Ecuador, en un partido que promete máxima tensión. La ecuación es clara: si Paraguay gana o empata, asegura su pasaje directo a la Copa del Mundo 2026. Incluso, en caso de que la albirroja pierda, dependerá de que Venezuela empate o pierda contra Argentina, es decir, la selección “vino tinto” no deberá sumar los 3 puntos en condición de visitante.
En la previa, Gustavo Alfaro fue categórico al remarcar que no se trata de un partido más. “Es una instancia definitoria de unas Eliminatorias. No son dos partidos más los que estamos jugando. Para todos es muy significativo este momento”, expresó el entrenador en conferencia de prensa.
El técnico también explicó algunas de sus decisiones más comentadas, como la convocatoria de Adrián Alcaráz, atacante que milita en el Club Olimpia. “Muchos se preguntan por qué lo llamé. Hay cosas que solo un ojo técnico puede ver. Por ejemplo, muchos se sorprendieron cuando llevé a Kevin Rodríguez, que jugaba en la segunda división, al Mundial de Qatar 2022 con la selección mayor de Ecuador. Hoy está en el fútbol belga. Por eso digo que son cosas que solo un profesional ve”, afirmó.
La motivación dentro del plantel es alta, pero Alfaro advirtió sobre el riesgo de adelantarse mentalmente al partido. “Lo que yo no quisiera es que los jugadores jueguen el partido antes de tiempo. En ese sentido, hay que estar más ocupados que preocupados”, sostuvo. Y agregó: “No puedo prometer resultados, lo único que puedo garantizar es que no va a haber jugador que no deje la piel en el campo de juego”.
El entrenador también recordó a quienes no podrán estar en cancha. “Es una lástima lo de las lesiones que tuvimos, como Julio Enciso y Fabián Balbuena, pero les dije a los jugadores que ellos están acá. Son parte de este proceso”, comentó.
En medio de la presión, Alfaro destacó el recorrido hasta llegar a este punto. “Lo trascendente está en el camino que hicimos para llegar al objetivo, y siempre tuve una gran satisfacción por las personas que conocí. Hay un crecimiento exponencial del equipo, en todas las facetas. Y todavía hay cosas que nos faltan. Nos falta el último paso”, reflexionó.
Consciente del valor histórico de esta clasificación, Alfaro dejó una frase que conecta con la memoria colectiva: “Colgar una foto en una pared significa colgar en la pared a los jugadores que hicieron historia. Eso quisiera lograr”. Y cerró con un mensaje cargado de emoción: “Ojalá mañana podamos hacer el sueño realidad, abrazarnos entre todos, meterme a la tribuna y abrazar a la gente”.
El escenario está planteado: 90 minutos, un país expectante y una ilusión que se volvió palpable. Paraguay depende de sí mismo para sellar su regreso a la Copa del Mundo, después de 15 años de espera.
Tu opinión enriquece este artículo: