El acumulado hasta finales del octavo mes de las importaciones bajo el régimen citado asciende a US$ 282 millones, en valor CIF, lo que representa un aumento de 32% interanual, según se lee en un informe presentado por Mentu. El análisis señala a China como el principal suministrador con un 61% seguido por India, EE.UU., Japón y Turquía con menor participación, con el 9%, 7%, 4% y 3%, respectivamente.
Al respecto, la economista Laura Paiva comentó que si bien esta cifra representa una gran porción de las importaciones, no todas las materias primas son de uso directo para consumo final, sino que son principalmente insumos para las industrias locales.
“Estos productos son transformados en bienes finales por las empresas paraguayas bajo regímenes especiales, como maquilas y zonas francas, que permiten la importación de insumos sin aranceles, lo que incentiva la producción local y reduce los costos”, apuntó.
Según la especialista este régimen especial de importaciones es una medida para fomentar la industrialización en el país, en un contexto donde la economía paraguaya está mayormente dependiente del sector primario y la generación de energía eléctrica.
“Al promover la importación de materias primas y su transformación local, se busca diversificar la matriz productiva y reducir la dependencia de factores externos, como el clima, que afectan el rendimiento del sector agrícola” dijo.
Las importaciones se concentran en dos sectores: en primer lugar, los productos metálicos, con el 40,7% del total; y el de productos químicos y farmacéuticos, con 23,3%. Por otra parte, 91% de las empresas que se acogen al régimen se encuentran localizadas en Central y Alto Paraná. Además bajo este régimen se exonera el arancel aduanero.
Un punto no menos importante manifestado por Paiva fue el de los costos logísticos. “Paraguay depende de puertos extranjeros para el tránsito de mercancías, lo que genera un aumento en los costos de transporte y logística. Este problema fue recientemente manifestado por el Centro de Importadores del Paraguay (CIP), quienes identificaron que el país ocupa uno de los niveles más bajos en gestión logística dentro de la región”, explicó.
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