La cifra no es menor: representaría superar las 196.000 toneladas anuales de carne aviar, en una cadena que ya abastece de forma fluida al mercado local y comienza a dar pasos hacia una mayor industrialización. “Hoy producimos lo que se consume y lo que se consume es completamente nacional. Eso nos permite trabajar con ritmo y proyectar una expansión sostenida”, comentó Néstor Zarza, presidente de la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar), en entrevista con InfoNegocios.
El escenario es positivo en varios frentes. Por un lado, el aumento sostenido en la producción permitió frenar los picos de precio que solían registrarse en fechas clave como Semana Santa. Por otro, el sector avanza lentamente en el frente internacional. Singapur habilitó la importación de ovoproductos procesados paraguayos (como huevo pasteurizado o en polvo), lo que representa una puerta de entrada a un mercado exigente, aunque aún limitado.
“El huevo fresco aún no está habilitado. Hubo una confusión inicial, pero se aclaró que Singapur solo aprobó productos procesados, debido a los estrictos requisitos de trazabilidad y bioseguridad que aplican al huevo en su estado natural”, explicó Zarza. La noticia, sin embargo, es un primer paso alentador hacia la diversificación y la industrialización de una cadena que, según él mismo admite, aún tiene mucho por desarrollar.
Paraguay no cuenta actualmente con granjas reproductoras de ponedoras —toda la genética sigue siendo importada—, aunque sí existen instalaciones para parrilleros, con algunas empresas que ya manejan todo el ciclo productivo. “Es un proceso caro y delicado, que requiere una bioseguridad muy estricta y un volumen de producción que lo justifique. Por ahora, es más viable seguir importando”, afirmó el titular de Avipar.
A pesar de estos desafíos, el sector aviar se muestra resiliente. El programa Hambre Cero fue una vía relevante para colocar volúmenes importantes de carne de pollo en las escuelas, con varias empresas participando de las licitaciones. Además, la tendencia de consumo va en alza: cada vez más personas incorporan pollo y huevo a su dieta diaria, atraídos por su precio y su valor nutricional.
En cuanto a las exportaciones, todas las miradas están puestas en Taiwán, un socio estratégico que aún no habilitó oficialmente el ingreso de carne aviar paraguaya, pese a las gestiones realizadas. Zarza se muestra cauteloso: “Técnicamente cumplimos con los requisitos, pero el proceso está estancado. No sabemos si es un tema político o simplemente falta de voluntad para avanzar”.
Actualmente, Paraguay produce en promedio unas 185.000 toneladas de carne aviar al año. Con el impulso previsto, la cifra llegaría a 196.000 toneladas en 2025.
La visión es clara: consolidar el mercado interno, invertir en industrialización y lograr finalmente la apertura de nuevos destinos. La industria aviar paraguaya, con el ala en alto, quiere dejar de mirar desde la pista y empezar a volar más lejos.
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