Este crecimiento se debe en gran parte a la mejora genética, gracias a la implementación de tecnologías como la inseminación artificial y la transferencia de embriones.
Salinas destacó que es una “actividad constante que genera alrededor de 600 y 700 de puestos de trabajo entre los socios, en forma directa, dentro del conjunto de establecimientos ovinos”.
“Si bien la exportación de carne ovina aún se encuentra en una etapa inicial, la demanda interna creció considerablemente gracias a la creciente preferencia de los consumidores por la carne ovina”, expresó Salinas. La APCO trabaja en conjunto con el Viceministerio de Agricultura y Ganadería para desarrollar estrategias que permitan acceder a capacitaciones, instrucciones, para poder posicionar al Paraguay como un gran productor de carne ovina.
Salinas también destacó la diversificación de la producción ovina, con la introducción de nuevas razas como la Frisona, orientada a la producción lechera, lo cual permitió a los productores generar nuevos ingresos a través de la venta de leche y sus derivados.
"Un hito importante para la producción ovina paraguaya ha sido la exportación de genética de calidad como Inglaterra, Sudáfrica y países vecino como Argentina y Uruguay”, afirmó Salinas, quien además consideró un orgullo la primera importación dentro del Cono Sur, que manifiesta su interés por la genética ovina, tanto por la raza Santa Inés y como la Dorper.
Para Salinas, la producción ovina es rentable y también genera un ingreso adicional para la unidad productiva del campo.
Sin embargo, el sector ovino también enfrenta desafíos, como el impacto del cambio climático en la producción, especialmente en la región del Chaco. Este sector se encuentra en un momento de gran dinamismo y crecimiento.
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