Katia Ayala Ratti, presidenta interina del Colegio de Escribanos del Paraguay y con 33 años de experiencia en la función notarial en su Estudio notarial Ayala Ratti, explicó que Paraguay forma parte de la Unión Internacional del Notariado, que agrupa a 93 países. Nuestro sistema, conocido como sistema latino, se diferencia del anglosajón (como el de Estados Unidos) porque se centra en la función preventiva del notariado: asegura que los actos sean legales y confiables, evitando así fraudes, duplicidad de títulos y conflictos futuros.
“El notariado encuentra justamente en su figura una función esencial para la seguridad jurídica, para equilibrar los intereses y para poder disipar o evitar las contiendas o los juicios”, explicó Ayala Ratti. A diferencia del sistema anglosajón, donde las transacciones se respaldan mediante seguros costosos, el sistema latino ofrece garantías mediante la formalización notarial, acompañada del registro y el catastro, asegurando que la titularidad de bienes y propiedades quede clara y protegida.
Actualmente, los escribanos paraguayos buscan una ley notarial que regule la figura jurídica del notariado, estableciendo bases sólidas para la creación de títulos y fortaleciendo la confianza en el sistema. Esto incluye la integración de registro y catastro para minimizar conflictos de propiedad y prevenir problemas futuros.
Además de formalizar actos y contratos, los escribanos tienen un rol ético y social: deben proteger a las personas más vulnerables, evitando contratos abusivos o ilegales. También dentro de sus funciones se encuentra el control de legalidad, la capacidad jurídica de los contratantes, dar forma jurídica a la voluntad de las partes y contribuir con la paz social. Actúan como sujeto obligado ante la Seprelad teniendo la obligación de informar operaciones sospechosas relacionadas al lavado de dinero, tráfico de bienes u otros delitos económicos y es un incansable colaborador del Estado como nexo y retentor de impuestos que gravan las operaciones formalizadas.
Un aspecto innovador en el mundo notarial, que podría ser tenido en cuenta en el Paraguay a fin de coadyuvar a destrabar y alivianar la carga judicial y los largos procesos en tribunales, siempre y cuando haya consenso y no existan intereses contrapuestos, es la implementación de la figura notarial en el ámbito no contencioso tales como el divorcio, las sucesiones donde los herederos son personas con capacidad jurídica y mayores de edad, las actas de notoriedad entre otros, donde las partes acuden al notario, con la debida asistencia y asesoramiento del abogado de confianza y obtienen un instrumento público notarial en vez de una sentencia, con la misma fuerza jurídica. Esto no solo implicaría un menor costo sino también menor tiempo en los procesos.
La escribana consideró que se deberían propulsar leyes y regulaciones apropiadas en nuestro ámbito para acompañar el avance en cuanto a la digitalización y nuevas tecnologías y estar a la par con los demás países de la región y del mundo, y no por ello perder la confianza en el sistema y la certeza jurídica que es lo que más importa.
Finalmente, Ayala Ratti destaca la importancia de confiar en el sistema y en la función notarial: “Lo más importante es que aquel que haga una inversión tenga presente que el título es el único documento inscrito debidamente que avala en el futuro frente a terceros. La titularidad de esa persona, su inversión se transforma, su dinero se transforma en título”.
La profesional también hace un llamado a sus colegas: es fundamental capacitarse, estar al día con los informes y ejercer la función notarial con ética y responsabilidad, porque la calidad del trabajo de cada escribano repercute en la confianza general del país y de los inversionistas.
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