El director financiero (CFO) de Boeing, Greg Smith, había declarado al respecto: “Será un proceso muy lento y metódico. Vamos a sistematizar la línea de producción para que los colaboradores puedan regresar a sus puestos de forma segura. La prioridad número uno, de hecho, es hacer que los aviones de nuestros clientes vuelvan a volar”.
Spirit AeroSystems, principal proveedor de estructuras, repuestos y materiales compuestos para la aeronave, ya habría sido convocado para reiniciar la fabricación a principios de junio.
Y es que independiente a la crisis generada por la pandemia y a la cancelación de varias órdenes de clientes de los 737 MAX, existe una back order pendiente que necesita ser colocado en el mercado apenas los entes reguladores de aviación del mundo como la FAA y la EASA recertifiquen el aparato.
Por otro lado, desde marzo Boeing no está produciendo aviones, por lo que resulta importante retomar las actividades de manufactura a fin de que sus empleados no cesados puedan trabajar para justificar sus salarios.
Fuente: aeronauticapy.com
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