¿Cómo se encuentra el sector automotriz en comparación al año anterior?
El sector automotriz no es una excepción en la situación financiera actual, la disminución en la actividad económica también nos afecta y hasta hoy aproximadamente en un 13% con relación al año pasado. Claro que el 2018 fue un año muy bueno, de manera que estamos comparando este año con uno de los mejores que pasamos. Hablamos de una disminución grande, pero esperamos algunas mejoras en el segundo semestre.
¿Qué segmento es el más afectado por esta crisis?
Indudablemente las maquinarias agrícolas están siendo doblemente afectadas, primero por la disminución de la actividad económica como había mencionado anteriormente, pero específicamente el agro está sufriendo en mayor medida por el descenso en los precios de los commodities. Así también, no han tenido una buena producción y el clima no ayudó en su momento, por todo esto se trata de la unidad que más está sufriendo dentro del sector automotor.
¿Qué otros problemas afectan a la Cadam?
Un problema –que no es nuevo– es el tema de los vehículos usados, los cuales no poseen garantía ni seguridad para la gente, tampoco ningún control de fábrica y Paraguay ya es prácticamente el último país en continuar manteniendo esta práctica sin restricciones, que en la actualidad ya no es necesaria teniendo en cuenta la accesibilidad para conseguir automóviles nuevos mediante financiamientos que ofrecen el BNF, así como las propias distribuidoras.
Creo que es una situación que Paraguay debe superar, esto también afecta a la política automotriz industrial que queremos implementar con Brasil, la cual implica más de 12 mil puestos de trabajo del lado paraguayo, con posibilidad de crecer hasta 25 mil. Pero resulta que el país vecino solicita la regularización de rodados usados, así que esto influye en el desarrollo sustentable de la nación. Actualmente son 36 empresas las que forman parte de la Cadam, con 80 mil empleos directos que aportan más de G. 110.000 millones mensuales a IPS, a esto hay que sumarle los empleos indirectos, sin embargo, el sector usados no llega a 400 aportantes.
¿Qué opina de la decisión del Estado de no gravar nuevamente el impuesto a los vehículos usados?
Fue una decisión poco comprensible, creo que deberíamos empezar a ser más serios y apuntar a tener una política automotriz industrial, que abarque ingresar a la cadena productiva de los países del Mercosur como Brasil y Argentina. Es una cuestión que debe solucionarse, sino vamos a seguir siendo, como se dice comúnmente, el depósito de basura de otros países.
¿Qué piensan hacer al respecto?
Queremos presentar todos los hechos y demostrar cómo se trabaja la problemática en la región. Acá estamos a contramano con esta situación en la que prácticamente el 65% de las importaciones son usados contra el 35% de vehículos con garantía de fábrica. Esto es inaudito. Somos el único país del mundo que está viviendo esta situación. En lo que va de este año hemos importado 9.000 vehículos nuevos frente a casi 20.000 usados, mientras que el año pasado fueron 35.000 contra 68.000. Esto no beneficia a nadie.
¿Cuáles serían los aspectos más positivos del sector?
El sector proporciona muchísima educación, hoy la tecnología envolvente requiere la capacitación de las personas, de modo que enviamos a muchos empleados a entrenarse a los mejores centros del mundo. Actualmente estamos preparándonos para la movilidad eléctrica y Paraguay, por ser el mayor productor de energía limpia per cápita, tiene todo para recibir a estos cambios relacionados a la no contaminación del ambiente. Entonces estamos a la vanguardia de la tecnología a favor de los usuarios y el país.
¿Cómo se encuentra Paraguay en cuanto a movilidad eléctrica en comparación a otros países de la región?
Todos los países de la región están intentando generar la suficiente infraestructura que se necesita para sustentar la movilidad eléctrica, pero Paraguay es el que tiene mejores condiciones. Hemos estado en conversación con la Ande, Itaipu, el PTI, entre otras instituciones, justamente para ir diseñando la infraestructura necesaria y creemos que estamos por buen camino.
Con esto me refiero principalmente a los cargadores en las rutas, de acuerdo a lo conversado, está prevista la asistencia de cargadores cada 70 kilómetros como máximo, estos serían los cargadores rápidos.
¿La Cadam está de acuerdo con dejar de lado la utilización de vehículos a base de combustible o aún es una realidad muy lejana?
Indudablemente el mayor beneficio de la movilidad eléctrica está en el medio ambiente y para nosotros, como país que tenemos energía eléctrica abundante y limpia, es una prioridad esta nueva tendencia. El Gobierno estableció incentivos a la importación de este tipo de vehículo y al tener una política nacional son cambios que llegarán innegablemente. En el futuro, inclusive, uno le dirá al vehículo dónde quiere ir y este lo llevará, ya no será una cuestión de tener auto propio sino un esquema de transporte, de a poco el mundo toma ese camino.
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