Hace poco terminé de ver la serie Merlí, que trata de un profesor de filosofía que busca nuevos métodos de enseñanza en un colegio en Catalunya. ¿Ahora qué tiene que ver Merlí y la filosofía con publicidad? Quizás mucho más de lo que creemos.
Vivimos en una era donde el ambiente de trabajo es muy importante para el desarrollo de un buen resultado, pasamos más tiempo con nuestros compañeros de trabajo que con nuestra familia, amigos o pareja, entonces ¿cómo no va a ser importante crear un buen ambiente laboral, donde te sientas libre, reconocido y apoyado por tu agencia?
Entonces quise poner algunos puntos en claro, lo cual llevo muy en cuenta para elegir un trabajo o saber con quién voy a trabajar, haciendo referencia a las enseñanzas de Merlí y los filósofos que tocan dentro de la serie.
1- La felicidad no es un estado, es una actividad.
Según Aristóteles la felicidad es una actividad que solo se puede saber al final de la vida, si fuiste feliz o no.
Si queremos ser felices, según Aristóteles, esto lo logramos trabajando, activando. Ponerse las pilas en el trabajo, aunque la recompensa sea mínima, puede llevarte a una satisfacción personal y laboral muy grande.
2- El valor de las personas
“Eres como este billete, por mucho que te pisen o te machaquen, vales lo mismo”, le decía Merlí a Joan, tratando de explicar el valor de su persona con un billete de 50 euros.
Nunca dejen que nada ni nadie les quite ese valor y mucho menos permitan que les digan que no son buenos en algo. Siempre se puede aprender mientras estemos dispuestos a hacerlo. He escuchado muchas historias de personas que han sido maltratadas en su lugar de trabajo, donde les han dicho “no sos bueno para la publicidad, no servís para esto”. La creatividad para mí también es algo que se trabaja y no siempre es un don mágico con el que nacemos, el ego hace que el publicista pierda su línea y termine reflejando sus miedos e inseguridades hacia sus compañeros.
3- Respeto a la diversidad sexual y de género
“Si el sistema educativo fomentase el respeto a la diversidad sexual desde pequeños, todo esto no pasaría”, explicaba Merlí a sus alumnos cuando dos de ellos se burlaban de un alumno nuevo por ser muy “femenino”.
¿Te considerás más macho que un gay? ¿Te considerás más creativo que una mujer? ¿Considerás que las mujeres no pueden llevar cargos directivos dentro del mundo publicitario?
Si tus respuestas fueron todas sí, tal vez deberías replantear tu labor como trabajador en un medio de comunicación y empezar a actualizarte, abriendo un poco las ventanas de tu cueva y ver que el mundo ha cambiado, que hoy en día se trabaja en base a la diversidad y al respeto. Es muy triste ver que todavía existe cierto sexismo dentro de nuestro contexto publicitario, que personalmente no me identifica como trabajador y mucho menos como humano.
Siempre habrá tiempo para deconstruirte, este podría ser un buen momento.
4- Todos estamos capacitados para crear
“He estado callado por dos razones: para pensar en la respuesta y para demostrar que cuando uno piensa, la gente lo mira mal. ¿Por qué el pensar está mal visto? ¿No es más censurable la gente que no piensa sobre ninguna cosa?”, respondía Merlí a Paul cuando él preguntaba si todos estaban capacitados para filosofar.
Pasa mucho en las agencias(http://www.ojodepez.com.py/blog/80/porqu-contratar-agencias-de-publicidad-y-no-equipos-in-house) que las ideas de los demás no son escuchadas, y acá es cuando sale la típica frase de que dos cabezas piensan mejor que una o tal vez un equipo piensa mejor un solo creativo. Hoy es importante escuchar, hablar y estar preparado para recibir la crítica de los demás, siempre tu idea puede reforzar otra o puede ser una vuelta inesperada la que se convierta en una solución comunicacional, por eso nunca calles y siempre busca ser escuchado, que las mejores ideas nacen en un debate, así como este artículo que es la sumatoria de charlas y de mi experiencia de trabajar en equipo.
5- Siempre es importante seguir soñando.
Merlí invitaba a Berta indirectamente a reencontrarse con Aristóteles, el maestro de los peripatéticos, que decía que “la esperanza es el sueño de los despiertos”.
* Los PERIPATÉTICOS, eran alumnos y seguidores de Aristóteles. El nombre puede derivarse de la costumbre de Aristóteles de caminar (peripatein) mientras hablaba, o del peripatos (paseo cubierto) del Liceo, la zona de jardines que se encontraba a las afueras de Atenas donde él enseñaba.
Es importante ponerse metas dentro de este ámbito y saber cuándo es el momento de partir, o tal vez solo seguir caminando. Personalmente me encuentro en este momento como publicista, tuve que renunciar a un trabajo que me dio todos los puntos anteriores que describí, es muy difícil encontrar un lugar donde desarrollarse como profesional, sentirse cómodo siendo uno mismo y por sobre todo recibir un cuidado de tu persona en esos momentos en los que atravesamos por un caminar complicado, pero hoy me toca seguir creciendo y estoy más que agradecido de todo el camino recorrido.
“Caminar es la primera cosa que un niño quiere hacer y la última que una persona mayor desea renunciar. Caminar es el ejercicio que no necesita tener gimnasio. Es la prescripción sin medicina, el control de peso sin dieta y el cosmético que no puede encontrarse en una farmacia. Es el tranquilizante sin pastillas, la terapia sin un psicoanalista, y el ocio que no cuesta un céntimo. Y además, no contamina, consume pocos recursos naturales y es altamente eficiente. Caminar es conveniente, no necesita equipamiento especial, es autoregulable e intrínsecamente seguro. Caminar es tan natural como respirar” John Butcher.
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