Ninguna marca puede darse el lujo de dejar de preguntar si realmente está agregando valor a la vida de las personas y es por eso que creemos firmemente en el poder de la influencia como una fuerza que genera crecimiento y rendimiento para las marcas. Nos damos cuenta de que, para que el rendimiento del negocio siga la onda de choque alrededor de la piedra en el agua, debemos realizar un análisis profundo de lo que hacemos hoy y replantear el marketing y la publicidad. Para lograr esto, debemos olvidar las viejas reglas con las cuales venimos jugando y comenzar a hablar el idioma de la “influencia”, para cambiar un poco el tablero.
Ahora, ¿qué tan influyente es tu marca?
Todos los profesionales de marketing y empresas de comunicaciones de hoy deberían realizarse estas 4 preguntas para determinar el principio de su estrategia y fuerza impulsora de la marca:
Convicción:
¿Tiene la marca un propósito y una misión para el mundo, un objetivo transformador que va más allá de la venta de sus productos o servicios?
Valor:
¿La marca cuestiona constantemente el valor que agrega a la vida de las personas?
Boca en boca:
¿La marca genera un nivel de confianza y satisfacción lo suficientemente fuerte para lograr recomendaciones de familiares y amigos?
Motivación:
¿Es la marca capaz de fortalecer su inversión publicitaria a través del boca a boca porque el contenido que genera lo hacen popular en las conversaciones de las personas?
Responder "sí" a cualquiera de estas preguntas es una forma clara de establecer marcas verdaderamente influyentes, incluyendo las que son grandes y populares que comienzan a perderse en un entorno altamente competitivo: mundo que no conoce fronteras, donde los modelos de negocios desafían las categorías tradicionales todos los días.
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