Tim Cook, CEO de Apple, encabezó la presentación bajo el lema “en el horizonte”, y si bien no hubo grandes anuncios disruptivos como en ediciones pasadas, la compañía dio a conocer cómo piensa integrar la IA en su ecosistema sin alterar la experiencia que la distingue. Se habló de traducción en vivo, filtros inteligentes para llamadas y mensajes, rediseño visual y nuevas funciones en el Apple Watch y la Mac. Todo en clave evolutiva, sin saltos bruscos.
Una de las funciones que más atención generó fue la traducción en tiempo real, que permitirá mantener conversaciones fluidas entre personas que hablan distintos idiomas, ya sea a través de llamadas, mensajes o incluso usando los AirPods. También se anunciaron mejoras en la gestión de llamadas entrantes: ahora, cuando el número no esté registrado, el sistema podrá filtrar la llamada, detectar posibles fraudes y ofrecer una respuesta automatizada. En la app Mensajes, los remitentes desconocidos quedarán en una carpeta separada, y se suman detalles como fondos animados y encuestas, al mejor estilo WhatsApp.
El foco principal estuvo en Apple Intelligence, la plataforma de IA de la empresa, que empieza a integrarse en apps y servicios clave, aunque todavía no de manera tan profunda como en otras compañías del sector. Craig Federighi, vicepresidente sénior de ingeniería de software, admitió que la esperada versión mejorada de Siri aún no está lista y que su lanzamiento se postergará al próximo año. “Este trabajo requirió más tiempo para alcanzar nuestro alto nivel de calidad”, dijo.
La ausencia de una Siri renovada fue uno de los temas que más ruido hizo entre los analistas. “El silencio en torno a Siri era ensordecedor”, apuntó Dipanjan Chatterjee, de Forrester, quien también destacó que ningún filtro de texto o emoji puede reemplazar “una experiencia de IA realmente interactiva e intuitiva”.
En paralelo, Apple anunció una renovación estética profunda en sus sistemas operativos. Con un nuevo diseño llamado Liquid Glass, inspirado en la interfaz del Vision Pro, todos los dispositivos tendrán una apariencia más fluida y translúcida. También hubo un giro en la nomenclatura: iOS, macOS y watchOS pasan a llamarse OS 26, en un intento por unificar versiones y simplificar la experiencia del usuario.
Las computadoras Mac y los iPads también recibieron atención, pues Spotlight ahora permitirá realizar tareas dentro de distintas apps sin abandonar la pantalla principal, y los iPads incorporarán una gestión más flexible de ventanas, en un movimiento que los acerca aún más a las laptops tradicionales y de esta manera Apple parece haber optado por una evolución firme, aunque prudente.
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