Para profundizar en los encantos de esta localidad, conversamos con Miriam de Abajo, propietaria de Yacu Turismo y presidenta de la Asociación de Turismo de Cafayate, que cuenta con más de 50 miembros.
“Cafayate es un destino con identidad. Cada experiencia tiene una esencia propia”, contó. La región es reconocida por sus vinos de altura, con bodegas que van desde grandes establecimientos hasta pequeños productores familiares. La Ruta del Vino permite a los visitantes degustar variedades como el Torrontés y el Malbec, apreciando la dedicación de los viticultores locales.
La gastronomía cafayateña es otro atractivo destacado. “Nuestras empanadas y locros, acompañados de vinos locales, son imperdibles”, comentó. Restaurantes como El Rancho ofrecen platos tradicionales en ambientes acogedores, reflejando la calidez de la gente local. “La humildad y hospitalidad de nuestra gente hacen que los turistas se sientan bienvenidos”, añadió.
Por otro lado, los amantes de la naturaleza encontrarán en la Reserva Natural Quebrada de las Conchas formaciones geológicas impresionantes como el Anfiteatro y el Obelisco. Mientras que la legendaria Ruta 40 atraviesa la región, ofreciendo paisajes cambiantes y acceso a lugares como la Laguna de Brealito, ideal para la pesca y la contemplación.
“Las cabalgatas por la Puna catamarqueña permiten una conexión profunda con nuestro entorno y cultura”, sugirió Miriam.
Cafayate es también un centro cultural vibrante. La Serenata a Cafayate es el festival folclórico más importante de la provincia, atrayendo a artistas y visitantes de todo el país, a decir de Miriam.
La Asociación de Turismo de Cafayate trabaja en la promoción del destino y en la preparación para el crecimiento turístico. “Nos hemos unido para trabajar juntos, apoyando a todos los establecimientos habilitados y garantizando experiencias auténticas para nuestros visitantes”, concluyó.
En resumen, Cafayate ofrece una combinación inigualable de belleza natural, riqueza cultural y hospitalidad. Es un destino que invita a ser descubierto y disfrutado en cada una de sus facetas.
Lo que tenés que saber de Cayafate
Cafayate es reconocida por producir vinos de alta calidad, especialmente el Torrontés, una variedad blanca que ha encontrado en esta región su máxima expresión. Los viñedos se encuentran a más de 1.700 metros sobre el nivel del mar, lo que contribuye a las características únicas de sus vinos.
La Catedral Nuestra Señora del Rosario, construida en 1895 y diseñada por el arquitecto Pedro Coll, es una de las pocas iglesias en Sudamérica que posee cinco naves, lo que la convierte en una joya arquitectónica de la región.
En Cafayate se encuentra un antiguo molino de maíz construido por los jesuitas en el siglo XVIII, que aún funciona en ocasiones especiales, ofreciendo una ventana al pasado colonial de la región.
La Quebrada de las Conchas alberga formaciones rocosas con nombres peculiares como El Anfiteatro, El Sapo, El Fraile, El Obelisco, La Garganta del Diablo, Las Casas de los Loros y Los Castillos, todas fácilmente identificables y accesibles desde la carretera.
La ciudad mantiene vivas las tradiciones norteñas, incluyendo la música folclórica y la gastronomía típica, ofreciendo a los visitantes una experiencia cultural auténtica.
Reinaugurado en 2011, el Museo de la Vid y el Vino ofrece una experiencia interactiva que permite a los visitantes conocer la historia y el proceso de elaboración del vino en la región, destacando la importancia cultural y económica de la viticultura en Cafayate.
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