Uno de los grandes diferenciales de Vive Face Lab es su equipo de análisis facial con inteligencia artificial, una tecnología importada que realiza un escaneo detallado del rostro del paciente. A través de ocho tipos de fotografías tomadas con diferentes tipos de radiación y luz, el sistema detecta y cuantifica variables como: nivel de hidratación, cantidad de sebo producido, cantidad de colágeno, presencia de manchas visibles y futuras, sensibilidad, rosácea y textura; edad facial estimada, proyección de envejecimiento a 10, 15 o 20 años
Toda esta información queda archivada en una ficha digital que permite hacer seguimiento y comparar los avances conforme se aplican tratamientos. “A partir de este diagnóstico, podemos recomendar rutinas y productos realmente adecuados para ese tipo de piel, que no siempre es el mismo que el de un amigo”, explicó Giovanni.
Uno de los ejes que mencionó Borba es la desinformación que circula en redes sociales sobre el skincare. “Muchas personas compran productos porque los ven en TikTok o Instagram, pero no saben cómo usarlos. A veces se aplican activos como la niacinamida al 10% sin preparar antes su piel, lo que termina generando más daño que beneficio”.
Desde Vive Face Lab atendieron numerosos casos de irritaciones, brotes y sensibilidad provocados por el uso incorrecto de productos. “Por eso, lo primero es entender tu tipo de piel, y eso solo se consigue con un diagnóstico real. No todos necesitamos lo mismo ni en la misma concentración”, afirmó.
En Vive Face Lab, los tratamientos se diseñan de forma personalizada. Entre los más demandados se encuentran: tratamientos para el acné (ya sea hormonal, por exceso de sebo o sensibilidad), protocolos para arrugas y líneas de expresión, tratamientos para poros dilatados y textura irregular, contra manchas y pigmentación, limpiezas profundas en pieles, etc.
El abordaje combina diferentes tecnologías y productos profesionales según el diagnóstico facial. “No se trata de aplicar una fórmula general, sino de combinar lo necesario según lo que la piel nos pide”, comentó.
Sobre el cuidado desde temprana edad, Giovanni dijo, “a los 12 o 13 años, ya se puede comenzar con una limpieza facial en casa usar productos neutros: un gel limpiador, hidratante y protector solar, más nada”. Recién a partir de los 20 se puede incluir algún activo más específico, y entre los 25 a 30 se puede pensar en productos regeneradores como el retinol.
La protección solar, en cambio, es un paso obligatorio a cualquier edad. “El sol no perdona. No solo genera manchas o envejecimiento, también puede derivar en cáncer de piel. Es el paso más importante de todos”, enfatizó.
Si bien la tendencia del skincare está vinculada a las redes sociales, Giovanni mencionó que, “muchas personas comenzaron por moda, pero se quedaron porque vieron resultados y entendieron la importancia del cuidado. Hoy hay más conciencia, aunque todavía falta educación”.
Actualmente, está analizando la posibilidad de abrir una segunda sucursal, pero aún no definen si será en el área metropolitana de Asunción o en otra ciudad del interior del país. “Ya hicimos una encuesta entre nuestros seguidores para saber qué zonas tienen más demanda”, contó.
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