... que nos dirigimos a ejecutar un putt, la velocidad del green y la línea o dirección a tomar. Muchos piensan que la línea es el elemento más importante de los dos ya que es la parte que determina la precisión y el embocar la pelota en el hoyo es el objetivo final del juego. Pero todos los grandes poteadores, desde Jack Nicklaus pasando por Ben Crenshaw hasta Tiger Woods, le dirán que la velocidad es la primera prioridad. En los putts de más de 15 ó 20 pies, un buen jugador de putt rara vez se pasa mucho del hoyo o se queda muy corto. Así si él no mete el putt el próximo es un putt dado.
Leyendo la Velocidad:
Hay formas de adquirir esa sensación. Primero que todo, cuando se pare sobre el green, percátese de la firmeza de la superficie. Usted puede darse una impresión de la firmeza de los greenes bajo sus pies. Obviamente , mientras más duro es la superficie, más rápido van a correr lo greenes y viceversa. Hay que considerar casos especiales como esos en que los greenes se mantienen firmes bajo los pies, pero tienen una capa de humedad en la superficie, como a comienzos de la mañana. Ese rocío va a disminuir la velocidad de la superficie.
Leyendo la línea del Putt:
Leer la línea del putt principalmente envuelve el discernimiento de si hay ondulaciones en la superficie que puedan mover la bola de un lado a otro. Esto es llamado caída. El consejo por defecto es: cuando no esté seguro de cuanto cae la pelota juegue siempre un poco más de caída, cuando no esté seguro de hacia dónde cae entonces juéguela derecho.
El método tradicional de usar el putt para apuntar es una buena forma de obtener una lectura general de la caída en el putt. Usando solamente su ojo dominante (y cerrando el otro), mantenga el putter verticalmente en frente de usted y cubra el hoyo con la varilla. Usted verá si hay alguna caída y hacia dónde es, pero este cálculo no es suficiente para embocar un putt.
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