Este periodo de inicio de aplicación estará comprendido desde el 1 de julio al 31 de octubre de 2021 bajo monitoreo del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), tiempo en el cual la ley contempla un proceso de ajuste y transición, en donde todas las industrias productoras de bolsas reutilizables deberán encontrarse en proceso de certificación ante el Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología (INTN) de manera a satisfacer la demanda que tendrán por parte de los negocios. Durante este periodo podrán utilizar todo el stock de bolsas de un solo uso hasta agotarse.
“Todas las fábricas que hoy día están produciendo las de un solo uso, pueden producir las bolsas certificadas (las reutilizables y las de alto contenido reciclado), todas pueden. Solamente el inconveniente es la falta de certificación a algunas por parte del INTN”, explicó Claudia González, directiva de la industria productora de plásticos Asiplast. Expuso que una vez aprobada la ley en cuestión y promoverse su reglamentación, prosiguió la emisión de normativas que certifique y rija la producción, existiendo dos normas hasta ahora, una para las bolsas de alto contenido de reciclaje -es decir, elaborada mediante un alto porcentaje de otras bolsas de polietileno recicladas-, terminada hace tres semanas y que es la tendencia mundial de economía circular, y otra norma para bolsas reutilizables de mayor grosor, terminada el año pasado.
Motivos de la prolongación del tiempo para la aplicación
González indicó los impedimentos para ciertas empresas con estas normativas y reglamentación, además del tiempo de estudio de cada normativa y de la misma ley. “Para las bolsas reutilizables, solamente certificaron cinco empresas, debido a que la certificación fue muy onerosa, G. 30 millones y se hizo por familia de bolsas (de cierta medida a cierta medida)”, ante esto, se tramitó alternativas con el INTN para bajar ese costo, elevado para las pymes.
Luego de acabadas las normas, el INTN debió adquirir los equipos necesarios para controlar los productos. “Eso implica para una empresa del estado presupuesto, aprobación, compras, recibir equipos. Esto y la pandemia, además de todos los motivos que mencioné, se sumaron a que se tarde un poco más en el inicio de esta aplicación. No es un solo motivo”, expresó la directiva de Asiplast.
Costos y más alternativas
Una ventaja para las industrias productoras de las bolsas en cuestión, es que las bolsas de alto contenido de reciclaje abaratarían la producción, en el sentido de que significarían cerca de un 50% menos de materia prima importada, ahorrando alrededor de US$ 1.000 la tonelada considerando el precio de 2021 de la materia prima utilizada, US$ 2.000 por tonelada, según los datos proporcionados por González.
Por otra parte, existen posibilidades de producción de bolsas completamente biodegradables en compost, a partir de materia prima orgánica y no de polietileno. Por ejemplo, Madre, la primera industria nacional de bolsas biodegradables del país visiona altas posibilidades de crecimiento y ve con optimismo la creación de normativas que impulsen el uso de materiales cada vez más ecológicos. La fundadora y CEO de Madre, contempla que ya se encuentra vigente la gestión para reglamentar una nueva normativa mediante la cual se certificaría también las bolsas biodegradables. “En este momento Madre es la única en el país en producir materiales plásticos biodegradables. Nuestro material bioplástico contiene 100% biobasados: almidones, aceites vegetales, ácido poliláctico derivado del maíz que se biodegradan en contacto con la tierra”, señaló María Nasta, CEO y fundadora de la empresa.
La norma que regiría para el tipo de bolsas plásticas que producen sería la PNA 59 003 21 e impone una biodegradación de entre 90 a 180 días. Sin embargo, las condiciones del suelo y humedad de Paraguay aceleran ese proceso triplicando su inmediatez. La materia prima que importa Madre es europea, cuenta con certificaciones internacionales que avalan su biodegradabilidad, pero según Nasta, existen posibilidades de que Madre elabore la materia prima en el país.
Mientras que González hizo hincapié en que gran parte del tratamiento del plástico y de una cultura de utilización dependen de un trabajo político de educación. “Se debe entender cómo se degradan las bolsas biodegradables, no es algo mágico. Hay biodegradables que solo se degradan en compost específico, a 40% de humedad, 60ºC de calor, etc. Las municipalidades, un trabajo político es necesario para que este tipo de plásticos biodegradables se use y se vaya a un compost y no quede como un plástico más”, agregó. Así también consideró que será útil que el trabajo político se dé en colaboración de varias instituciones (el Mades, el INTN, el MIC, y otros) en un esfuerzo por transformación hacia una cultura más ecológica de uso y tratamiento de los plásticos, se debería promover la separación de los residuos para apoyar la fabricación de bolsas de alto contenido reciclado y la fabricación de compost casero para los plásticos biodegradables en ese tipo de mezcla.
Cabe destacar que el costo para que el INTN adquiera maquinarias con las tecnologías requeridas para controlar la auténtica calidad biodegradable de las bolsas producidas, ronda los US$ 200.000.
Cuidado con las Oxon
Las bolsas Oxon son mal llamadas biodegradables, según lo esclarecido por Nasta y González. Se trata de bolsas con aditivos al polietileno que permiten la rápida desintegración de las partículas, pero no así la biodegradación. Esto implica que el plástico desintegrado se impregne mucho más a la materia de los ecosistemas (arroyos, ríos, suelos), impidiendo la recolección y contaminando mucho más y presentes por más tiempo. Ambas directivas advirtieron que todo consumidor debería conocer las diferencias con los plásticos verdaderamente biodegradables o con alto material reciclado.
Más detalles sobre la nueva reglamentación
De esta manera, será a partir del 1 de noviembre que todos los negocios tendrán que disponer de las bolsas reutilizables (de material virgen o material de alto contenido reciclado) certificadas por el INTN, bajo controles aleatorios para garantizar de cumplimiento de la Ley, y ateniéndose a multas de entre 10 a 500 jornales mínimos para los negocios infractores a partir de dicha fecha.
Mientras tanto, a partir del 1 de julio estarán disponibles en las principales cadenas de supermercados las bolsas reutilizables. “En esta primera etapa de la implementación, vamos a tener la colaboración de tanto de los consumidores como productores y usuarios, en la reutilización de las bolsas, cuyo costo será de G. 200, de manera que sea aplicable en todos los comercios y servicios. Esto va a depender, en la evolución, de disponer y la posibilidad de tener en plaza las bolsas biodegradables y bio confortables, que se vuelven abonos. Estamos trabajando para tener una norma paraguaya en ese sentido, y desarrollar la capacidad de certificación que tiene un costo y nos va a llevar un tiempo más”, indicó el viceministro Mancuello en el evento.
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