En EE.UU., algunas compañías están ofreciendo aumentos salariales para que sus empleados trabajen todos los días en la oficina, porque creen que así obtendrán mejores resultados comerciales. Y es que existe la percepción, entre algunos empleadores, de que los trabajadores remotos son menos productivos, según consigna un artículo de BBC Mundo. ¿Qué tan cierto es esto?
“La pregunta es a qué llamamos productividad. ¿Qué significa que un colaborador es más productivo? Quizás lo primero sea evaluarlo en términos de rendimiento, si cumple o no lo que se espera de él. Pero ahí se deben incluir otros factores como, por ejemplo, si el colaborador se siente más motivado trabajando desde la casa o desde la oficina”, dijo Karina Bellenzier, service personal advisor de la red Jobs.
Desde el punto de vista del colaborador, hay un aprecio, por lo menos, por los esquemas híbridos, pues eso significa que va a estar una o dos veces a la semana en casa y va a ahorrar combustible, tiempo en el tráfico y la posibilidad de manejar mejor sus asuntos privados.
“No sé si podemos establecer exactamente si se es más productivo en casa o en la oficina. Ahora, si lo analizamos desde el punto de vista de las empresas es diferente. Hoy hay entre estas la percepción de que hay más beneficios si el empleado está presente en la oficina”, añadió.
Uno de los beneficios que las compañías creen que da la modalidad de trabajar todos los días en la oficina es que así el empleado puede absorber un poco más cuál es la cultura de la empresa, sus valores, la forma en que se toman las decisiones, apuntó Bellenzier.
“Otro punto importante es la forma en que se generan las relaciones interpersonales profesionales. En la oficina, de manera presencial, es mucho más fácil interactuar directamente con otros colegas. Facilita la comunicación, la resolución de los problemas y los conflictos”, agregó la experta.
El tercer punto tiene que ver con el aprendizaje y desarrollo. “En la interacción que tengo con mis compañeros, con mis colegas, con los jefes, tengo mayores probabilidades de aprender, de tener retroalimentación, incluso de recibir un feedback más constantemente y observar lo que está funcionando. Es innegable que tengo mucho más aprendizaje y desarrollo interactuando y estando en una oficina que trabajando en mi casa”, consideró.
El cuarto aspecto importante es que la modalidad a distancia deja al empleado trabajando solo y aislado. “Entonces, a veces, este sentido de pertenencia que uno tiene estando en un grupo de compañeros, se disuelve cuando estás muy solo en casa”, manifestó Bellenzier.
Más allá de que eventualmente el modo de todos los días en la oficina pueda ser más productivo en términos de resultados, que el empleado se sienta más comprometido porque la empresa le da oportunidad de estar en casa, lo que a su vez es sinónimo de ahorro en costos, no estar en el tráfico, pasar más tiempo con la familia, poder administrar su tiempo, “esa es la importancia o la medida que podría marcar la diferencia”.
En la balanza
En un artículo publicado por el New York Times, Nick Bloom, economista de la Universidad de Stanford, la variación de la productividad varía según el enfoque del empleador. La mayor diferencia se da en contar con gerentes capacitados que den soporte a aquellos que trabajan desde casa.
Por otro lado, en una encuesta realizada por Microsoft, que incluyó a 20.000 personas de 11 países, la compañía analizó trillones de señales de productividad, junto con las tendencias laborales de LinkedIn y los hallazgos de Glint People Science. Los datos apuntan a tres ejes urgentes que deben ser trabajados por los líderes: Poner fin a la paranoia de la productividad, aceptar el hecho de que las personas se apoyan unas a otras y volver a reclutar a los propios empleados.
Con respecto al primer eje, el sondeo encontró que la cantidad de reuniones por semana había aumentado un 153% a nivel mundial para el usuario promedio de Microsoft Teams desde el inicio de la pandemia, además de que las reuniones superpuestas por cada persona aumentaron 46% el año anterior al estudio.
Sin embargo, el 85% de los líderes dice que el cambio al trabajo híbrido ha dificultado tener confianza en que los empleados están siendo productivos. Según el reporte, “muchos líderes y gerentes están perdiendo las viejas señales visuales de lo que significa ser productivo porque no pueden ‘ver’ quién está trabajando duro al caminar por el pasillo o pasar por la sala de conferencias”.
De acuerdo a la encuesta los “gerentes híbridos” son más propensos a reconocer que tienen dificultades para confiar en que los empleados harán su mejor trabajo en comparación con un “gerente presencial”, siendo un 49% y 36%, respectivamente. Mientras tanto, los trabajadores remotos sienten más presión para demostrar que están trabajando.
Mientras que el 81% de los empleados dijeron que es importante que los gerentes ayuden a priorizar su carga de trabajo, aunque solo 31% reconoció que sus gerentes alguna vez les habían brindado orientación clara durante las reuniones individuales.
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