Para insertarnos al tema, la economista Verónica Serafini explicó que la inactividad –personas que no realizan ni buscan realizar alguna actividad económica– es un fenómeno que históricamente se dio en las mujeres, teniendo registro en la crisis de la deuda en los 80 y en la crisis del 2009. “Ahora al parecer pasó con los hombres y como socialmente no está aceptado que un varón esté en la casa y no busque trabajo, llama la atención la inactividad, que efectivamente se pudo dar de mucha gente a inicios de la cuarentena”, expresó.
Por su parte, el economista Jorge Garicoche, complementó que a los fenómenos coyunturales se le suma que los jóvenes no están encontrando empleos de calidad y eso hace que no mejore la calidad de vida. “Muchos trabajan en la informalidad y esa es una limitante para romper la pobreza relativa, es decir, gran parte de nuestra juventud cobra menos del promedio salarial del país”, detalló.
Según una encuesta de la empresa Equifax, el 36% de la población paraguaya es considerada millennial (tiene entre 24 y 39 años), lo que equivale a 2.08 millones de personas. El 49% es representado por mujeres, el 51% por varones.
De acuerdo al rango etario hay distintos estadios de vida dentro de esta generación: las personas que tienen entre 24 a 28 años representan el 33% de los millennials, las personas de 29 a 32 años el 26%, y 41% de esta generación corresponde a una población de entre 33 a 39 años.
El 83% de los millennials no tiene empleo formal y solo el 17% está empleado o empleada en el sector formal. Entre las actividades más relevantes de quienes poseen un empleo formal se destaca que el 69% es asalariado, el 12% jornalero, el 11% se dedica a la enseñanza pública, y el 2% a la enseñanza privada, entre otros.
“A mi parecer estamos esperando el rendimiento del bono demográfico, pero en realidad hacemos todo para que se siga recortando”, apuntó Garicoche. El economista señaló que urge volver política de Estado la disminución de problemas como los accidentes de tránsito, que es uno de los mayores problemas sanitarios del país y cobra entre 1.000 a 1.500 vidas jóvenes por año.
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Asimismo, Garicoche subrayó que para aprovechar realmente el bono demográfico es necesario apostar a una mayor calidad educativa, desarrollarnos más en lo que respecta a las herramientas tecnológicas y principalmente generar empleos con mucha especificación. “Aún tenemos trabajos que no requieren muchas especificaciones. Aparte de fortalecer el sistema educativo en sus contenidos, tenemos que atraer inversiones que hagan que la gente aprenda a profundidad, como ocurrió con los autopartistas, que empleó a muchas mujeres”, indicó.
En la misma línea, Serafini opinó que el Estado debe invertir en mayor educación y fortalecer la seguridad social. “Paraguay cuenta con jóvenes sanos, sin empleo, que no aportan a la seguridad social y cuando comienzan a hacerlo ya dejan de ser jóvenes. La PEA es la que tendría que generar ahorro nacional”, finalizó.
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