Che Róga Porã, el programa de acceso a la vivienda puesto en marcha por el Gobierno, prevé iniciar la ejecución de las obras en agosto con la intención de entregar las primeras viviendas en los primeros meses del año que viene. Ahora el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH) acaba de anunciar la adhesión del Banco Itaú al programa, con el que ya suman 19 las instituciones financieras que forman parte del proyecto del Poder Ejecutivo.
Son siete los bancos, 10 las cooperativas de ahorro y dos las financieras que acordaron brindar sus servicios financieros para otorgar préstamos a quienes se postulen ingresando a la web www.cherogapora.gov.py, a partir del 12 de julio próximo. Entre los bancos adheridos, además de Itaú, se encuentran Banco Atlas, Banco Nacional de Fomento (BNF), ueno bank, Zeta Banco y Banco Basa.
La lista de cooperativas de ahorro la integran Mburicao Ltda, Cofan Ltda, Cooperativa Universitaria, Mborayhu Ltda, Coopersanjuba Ltda, Cooperativa Ñemby, Coodeñe Ltda, Cooperativa Nazareth, Copacons Ltda, y 21 de Setiembre Ltda. Asimismo, las financieras participantes son Financiera FIC y Financiera Paraguayo Japonesa. La pregunta es si es suficiente para que todos los paraguayos tengan acceso a la casa propia y qué hace falta para que el beneficio alcance a más sectores.
“Estamos expectantes y esperando ansiosos a que se dispare el volumen de los créditos hipotecarios. Este plan estaba basado en una ley que ya existía, y le agregaron la garantía, algo que viene de la pandemia. Pero igual los bancos privados todavía tienen mucha dificultad para prestarle dinero al consumidor final. Ese es el desafío del sistema inmobiliario, que el consumidor final pueda acceder a la vivienda, en todos los segmentos”, expresó Francisco Gómez, de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios (Capadei).
El desarrollador agregó que se puede crear una brecha, porque habrá quienes podrán acceder a una vivienda con este mecanismo, pero seguirá habiendo un segmento que no podrá sumarse, una franja de personas que tendrá que seguir alquilando con poca posibilidad de convertirse en propietario de una casa.
“Hace años que venimos pidiendo que los depósitos a largo plazo se calcen con los créditos a largo plazo. Hay países de la región en donde esto se está haciendo, no hay que inventar la rueda. Ese proyecto está pensado para la construcción de viviendas dirigidas a un segmento bajo, que contempla subsidios, pero vamos a ver si después alcanza el segmento medio. Yo creo que todavía falta”, recalcó Gómez.
Insistió en que se puede recurrir a los fondos jubilatorios para tener recursos para los créditos a largo plazo, destinando a esa finalidad una porción importante, es decir, que tenga destino hipotecario, “como en todos los países”.
¿De qué va a depender? “Dependerá de cómo siga el ritmo constructivo de los privados, pero en un escenario en el que el número de los inversores es finito, y el mercado grande, el boom se va a dar cuando el consumidor acceda a la vivienda. Y eso es lo que falta. Hemos generado ofertas para alquileres, para que la gente viva donde quiera vivir, pero alquilando. Y ahora nos falta ver cómo los solucionamos”, refirió.
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