Esta enfermedad crónica –cualquiera de sus tipos– además de afectar de manera importante a la salud de las personas, también conlleva notables pérdidas económicas. “Si bien los principales costos se derivan de la atención hospitalaria y ambulatoria, un factor coadyuvante es el aumento en el costo de los análogos de las insulinas, que se recetan cada vez más”, según el Informe Mundial sobre la Diabetes de la OMS.
El gasto sanitario destinado al tratamiento de la diabetes fue creciendo en los últimos años: en el 2007 las personas con diabetes gastaron US$ 232.000 millones, mientras que en el 2015 gastaron US$ 727.000 millones, individuos de 20 a 79 años, de acuerdo al Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de la Diabetes (FID). El mismo reporte indica que para el año 2045 la diabetes alcanzará los US$ 958.000 millones en términos de carga económica, en grupos de personas de entre 18 a 99 años.
Otra realidad –al menos en el caso de la diabetes tipo II– es frecuente el uso inadecuado de los medicamentos en América Latina. Por lo que “los presupuestos públicos deberían asignar recursos a medicamentos que maximicen los resultados de salud a bajo costo. Sin embargo, el costo del tratamiento por paciente al año con insulina glargina puede ser un 120% más alto que el de la insulina humana, que tiene los mismos beneficios clínicos”, según la publicación Mejor gasto para mejores vidas, del BID.
Panorama nacional
Según cifras de la última encuesta realizada por la Dirección de Enfermedades Crónicas No Transmisibles del Ministerio de Salud Pública, del 2011, el 9.7% de la población general del Paraguay padece de diabetes, siendo los adultos de entre 45 y 75 años el grupo etario predominante.
“Actualmente no tenemos datos sobre costos de este padecimiento, se está trabajando en un informe de costos que tienen que cubrir personas con diabetes en estadios tempranos y avanzados”, mencionó María Del Rocío Aparicio, directora del Programa Nacional de Diabetes (PND). La doctora aclaró que la cobertura del Estado para una persona con diabetes no avanzada consiste en atención médica, nutricional y medicamentos. Además, la enfermedad afecta al 7,9% de los varones, mientras que el 11% de la población femenina posee un diagnóstico positivo.
Según lo revelado por Aparicio, el presupuesto del Programa Nacional de Diabetes ronda los G. 669.000.000 que se destinan a la concienciación y prevención de la enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 700.000 personas cuentan con un diagnóstico de la enfermedad en Paraguay y que otras 700.000 podrían padecerla y lo saben, además, 1 de cada 3 niños son diabéticos.
A nivel mundial, la OMS considera que la cifra de personas con diabetes se cuadruplicó en comparación a los números del año 1990 y actualmente 1 de cada 11 personas la padecen. Los principales síntomas son: ganas de orinar frecuentemente, sed excesiva, hambre constante, temblores, fatiga, picazón en la piel, heridas que no cicatrizan, visión borrosa y pérdida de peso repentina.
Consecuencias
La enfermedad tiene complicaciones graves, las cuales podrían ser accidentes cerebro-vasculares, deterioro cognitivo, ceguera, sordera, infarto al corazón, insuficiencia renal, disfunción sexual, heridas que no cicatrizan, neuropatía diabética, amputación de piernas, etc.
En cuanto a los tipos de diabetes, la directora del PND, Aparicio explicó cuáles son las diferencias entre el tipo I y el tipo II. La diabetes tipo l representa el 10% de los casos y no se puede prevenir por tratarse de la imposibilidad que tiene el páncreas de producir insulina, este tipo de diabetes predomina en edades pediátricas y adultos jóvenes, que pasan a depender de la aplicación de insulina externa.
La diabetes tipo ll es la más frecuente y representa el 90% de los casos. Sucede cuando la insulina no funciona adecuadamente debido a los excesos en la alimentación, sedentarismo, hábitos tóxicos y obesidad. Sin embargo, la diabetes tipo ll se puede prevenir.
La diabetes en los aspectos de la vida
El Luis Pereira, médico oftalmólogo de la Fundación Visión habló sobre las consecuencias de la diabetes en la capacidad visual de las personas: “la diabetes engloba un costo alto en el sentido de que la evolución de la enfermedad puede dar alteraciones tanto en el cristalino del ojo como en retina y el tratamiento a veces es crónico y prolongado y el costo de vida y de tratamiento es muy elevado”.
El especialista comentó que el Estado, mediante sus programas, tiene la posibilidad de tratar a una persona con diabetes, pero arroja un alto costo para la seguridad social. “Como es una enfermedad crónica, el tratamiento va desde lo más básico, como el control metabólico, hasta los más avanzados, que ya son procedimientos láser, hemodiálisis, entonces, el tratamiento debería estar enfocado principalmente en la prevención”, sostuvo Pereira.
Para el médico, lo ideal es detectar a tiempo la enfermedad y que se hagan campañas de educación para que los pacientes que tienen riesgos de padecer diabetes puedan controlar y estabilizarse.
Diabetes en la legislación
La Ley N° 5372 De Prevención y Atención Integral a la Diabetes, aprobada en diciembre de 2014 obliga al Plan Nacional de Diabetes (PND) a promover e impulsar la investigación clínica, epidemiológica y tecnológica sobre la enfermedad, y que mejore la prevención y/o tratamiento de la diabetes (artículo 6 de la ley).
Establece que el Estado garantiza, conforme a la disponibilidad presupuestaria, el 100% de los medicamentos como la insulina, antidiabéticos orales, entre otros, de acuerdo con los avances científicos y tecnológicos e insumos como jeringas, glucómetros, tiras reactivas, dispositivos de punción, etc. (artículo 16 de la ley).
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