¿Cómo empezó su carrera empresarial?
Comencé a trabajar desde muy joven, como auxiliar administrativo en un banco de plaza. A medida que avanzaba con mis estudios universitarios se me presentó una oportunidad de trabajo en ADM Paraguay, una empresa multinacional dedicada al rubro de agronegocios. Así fue como en el 2004 arranqué como ordenanza de la empresa. Rápidamente mi carrera se fue desarrollando en la unidad de negocio de transporte fluvial de la empresa a través de diferentes áreas.
¿Qué obstáculos encontró para desarrollarse como empresario?
Un gran desafío de la mayoría de los jóvenes paraguayos es obtener un buen nivel académico a la par de trabajar en sus emprendimientos y carreras. Trabajar para ganar dinero es casi siempre una necesidad y no una opción. Las empresas necesariamente deben apoyar y estimular a los jóvenes en desarrollo, armonizando los desafíos profesionales con las exigencias académicas. La paga de este esfuerzo en definitiva vale la pena, ya que en una empresa que adopte estos programas podrá aprovechar al máximo el potencial, y los jóvenes profesionales podrán, a la par, ganar experiencia profesional a medida que van estudiando.
¿Cuál considera que es su mayor éxito como empresario?
El éxito es relativo. Valoro mucho el impacto positivo que las empresas pueden generar a través de las acciones para el desarrollo de las personas, la sociedad y el país. Los empresarios deben generar las condiciones para que las personas puedan alcanzar sus logros personales y profesionales; y como consecuencia de ello, las empresas logran sus resultados. En ese sentido considero un éxito ver desarrollarse a las personas y haber podido aportar de alguna manera en ese crecimiento.
¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando estaba iniciando su carrera empresarial y se lo daría a otro empresario ahora?
Tengo la gracia de haber tenido grandes maestros y mentores durante mi carrera, y los sigo teniendo. Aprovechar la oportunidad para aprender de esas personas brillantes, tomar lo bueno y reconocer las debilidades. La pasión por lo que uno hace es la fuerza que mueve todo el resto. Enfocarse en la innovación y creatividad de manera constante es esencial. Asumir riesgos calculados es parte fundamental del espíritu empresarial, esto implica salir constantemente de tu zona de confort. Saber escuchar a los clientes para comprender sus necesidades es fundamental. Encontrar el propósito del emprendimiento, más allá de lo financiero y económico.
¿Es el Estado un aliado o un problema para el empresario? ¿Qué le reclamaría?
Debería ser siempre el mejor aliado, recíprocamente. Los indicadores macroeconómicos sustentan el buen clima de negocios; sin embargo, estamos lejos del potencial real del país.
Lastimosamente en muchos aspectos el Estado no fue un buen aliado. La falta de transparencia, corrupción e impunidad son males endémicos que afectan a las bases productivas y del desarrollo. La educación es una deuda histórica con el pueblo. Son aspectos muy básicos para fomentar el desarrollo de cualquier nación y que deben ser atendidos inmediatamente por el Gobierno.
¿Qué bondades y defectos tiene el empresario paraguayo?
Definitivamente la tenacidad es una gran bondad del empresario paraguayo. En un mundo globalizado es sumamente complejo entrar a competir con grandes economías, por lo tanto el empresario paraguayo debe ser aún más persistente y creativo. No lo veo como un defecto pero si como una oportunidad de mejora, la de anticiparnos y adoptar nuevas tecnologías e innovaciones. La dinámica y rapidez con la que aparecen nuevos avances es impresionante.
Debemos poner en el tope de prioridades empresariales la creación de hubs, talleres colaborativos, centros de tecnología y desarrollo, cooperación multiempresarial. La tecnología e innovación deben estar en el ADN de cada empresa del país.
El empresario actual ¿debe tener alguna formación profesional relacionada con el mundo de los negocios?
Creo que el empresario actual debe contar con una gran capacidad de adaptación, más que especialización. Su capacidad de aprendizaje continuo es clave.
¿Un libro que todo CEO o gerente general debería leer al menos una vez en su vida?
Me agradan las biografías de grandes personalidades. Aprendo mucho del mindset de estas personas. Sus vidas y acciones son inspiradoras, y fuentes de ideas. En ese sentido recomendaría leer Steve Jobs de Walter Isaacson que es la biografía autorizada del cofundador de Apple de la cual destaco su obsesión por la perfección, el diseño, y su visión disruptiva del negocio. También me gustó mucho Nunca Pares, la autobiografía de Phil Knight, fundador de Nike y relata el viaje de la creación de una de las marcas globalmente más reconocidas. Es una verdadera fuente de inspiración para emprendedores y líderes empresariales.
¿Cuál es su recomendación para mantener al equipo motivado?
Estimular el empoderamiento y la autonomía de las personas, a través de una comunicación fluida y precisa. Es importante tener claridad sobre los objetivos y el plan para conseguirlos. Los equipos de alto desempeño requieren desafíos constantes.
¿Cómo lidia con el estrés que produce la actividad empresarial?
El equilibrio entre la vida personal y laboral es la clave. Ser disciplinado con los horarios, tanto de trabajo como con el de las actividades personales. Una vida activa fuera de la oficina, hacer deportes, y darse algunos gustos también hace parte del balance.
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