"Nuestra planta se ubica en un predio de 2.000 m2, en Itá Enramada y está operativa desde finales de 2020, a pesar de que faltan unos mínimos detalles de terminación. Con esta inversión buscamos aumentar la capacidad de producción de la compañía", afirmó.
En su anterior sede, Alumicavel producía entre 160 y 180 embarcaciones de pesca en un año, pero en esta nueva planta fabricará entre 250 y 300 lanchas en el mismo tiempo.
Para la instalación la empresa invirtió US$ 500.000, que incluyó la construcción de áreas de oficina y producción, así como la adquisición de maquinarias e iluminación de última generación. Además, Casola señaló que consolidaron la generación de mano de obra, porque alcanzaron 35 colaboradores de forma directa y 15 funcionarios de forma indirecta.
Por otra parte, las ventas se concentran 95% en el mercado interno y 5% en exportaciones para el mercado uruguayo. "Primeramente enviamos seis embarcaciones a Uruguay, que nos pidió otras seis y probablemente soliciten hasta 50 embarcaciones para fines de 2021", adelantó.
Según Casola, también hay avances positivos en las conversaciones con empresas de Argentina, aunque surgen inconvenientes debido a la fluctuación de divisas. Y otro mercado interesado es el chileno, pero de momento son únicamente sondeos.
Desafíos para el 2021
"Este 2021 hay que luchar porque tenemos escasez de motores fuera de borda, porque las fábricas están con demoras en las entregas y los fletes están más caros por la bajante del río. Esperamos que estas situaciones se normalicen para alcanzar nuestras proyecciones", expresó.
Por último, Casola remarcó que las industrias necesitan un combate fuerte al contrabando y que específicamente su sector necesita mayor control sobre las embarcaciones que provienen de otros países, que usualmente vienen en pésimas condiciones, se arreglan a bajo costo y generan una competencia desleal en el mercado.
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