El anuncio se realizó en el marco de la décima edición de La TV que se viene, y fue allí donde el director del Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP), Christian Gayoso, comunicó la noticia. El instituto ya cuenta con la Fuente 30 (fondos institucionales propios) de financiamiento, lo que permitirá inyectar G. 7.000 millones a la industria audiovisual paraguaya.
Detrás de estas cifras hay mucho más que dinero, porque se trata de sueños y oportunidades para el sector audiovisual. Según explicó Juan González, jefe de prensa del INAP, en conversación con InfoNegocios, estos fondos se destinarán principalmente a tres ejes: el incentivo para atraer inversiones extranjeras (cash rebate), el fortalecimiento de la producción nacional y la formación de talento técnico especializado.
“Queremos ver historias que merecen ser contadas”, resumió González. Y aunque aún se están definiendo los detalles, lo que se busca con esta iniciativa es impulsar la ficción nacional, elevar la calidad técnica y posicionar al país en una vidriera internacional para producciones extranjeras. Además, el INAP proyecta la creación de una escuela gratuita de cine y audiovisual, con el objetivo de fortalecer el capital humano de la industria.
“En países como Francia, las industrias culturales y creativas, incluido el cine, generan más ingresos que la industria automotriz. Eso también puede pasar en Paraguay”, destacó Gayoso durante su presentación, afirmando que la industria de la creatividad es un negocio rentable que puede atraer inversiones y generar empleos de calidad.
Por otro lado, Richard Careaga, miembro de la comisión directiva de la Cámara Paraguaya de Empresas Productoras de Cine y Televisión (Campro), también conversó con InfoNegocios: “Por primera vez, el Estado paraguayo no solo va a apoyar ideas o proyectos iniciales, sino que va a financiar la producción concreta de contenidos”, expresó.
El representante de Campro también destacó que la llegada de estos fondos puede transformar la dinámica del sector: “Habrá más trabajo, más formación, más rodajes, y eso significa más movimiento económico en general. Esto impacta no solo a los productores, sino también a técnicos, actores, maquilladores, diseñadores, músicos y toda la cadena que forma parte de una producción audiovisual”.
En ese sentido, Careaga explicó que por cada dólar invertido en la producción de contenidos audiovisuales se generan aproximadamente cinco dólares en retorno económico. Esto se da porque las producciones requieren la contratación de una amplia variedad de servicios y profesionales, lo que impulsa la creación de puestos de trabajo en todas las áreas necesarias para llevar a cabo un proyecto audiovisual. Así, se dinamiza la economía local en los lugares donde se graba, ya que la producción genera gastos en hospedaje, alimentación, transporte, logística y otros servicios vinculados.
También mencionó que, si se realiza una coproducción con Francia, por ejemplo, donde se debe grabar en Paraguay, el gobierno francés aporta más fondos, lo que implica la entrada de capital extranjero. Eso deja en claro que apostar por el mundo audiovisual en el país es una estrategia viable para fortalecer la economía y atraer inversiones externas de la mano de la producción audiovisual.
Es importante mencionar que los detalles finales aún se están definiendo en el Consejo Nacional del Audiovisual (CNA), donde participan diversas instituciones del Estado. Sin embargo, la hoja de ruta ya está marcada y la idea es que Paraguay sea protagonista, se cuenten historias interesantes y, sobre todo, se le retribuya económicamente al país con esta inversión.
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