“La Ley N° 6.106 de Fomento a la Industria Audiovisual reconoce a la actividad cinematográfica y audiovisual como una industria, esto es importante para nosotros porque mucha gente no sabe que los procesos que están detrás de la realización de contenidos audiovisuales son realmente industriales, ya sean para una película, comercial o documental”, señaló Alejandro Houston, presidente de la Campro.
Reveló que tras los trabajos audiovisuales existen inversiones grandes en equipamientos de alta gama, mucha gente trabajando que tiene que ser capacitada, profesionales y equipos del exterior que deben entrar de forma temporal y legal, entonces, para que el trabajo sea más fluido, era necesario que este sector sea reconocido como industria.
“Al ser reconocidos por el MIC, se nos abren un montón de oportunidades y beneficios en cuanto a las políticas públicas. Ahora tenemos acceso a créditos del Banco Nacional de Fomento (BNF) con tasas preferenciales, la Ley N° 60/90 de Régimen de Incentivos Fiscales, con la que podemos traer equipos sin pagar el arancel aduanero, que tiene un peso muy importante en los presupuestos”, sostuvo Houston. Otros beneficios resaltados por el titular de la Campro fueron: el apoyo de la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex) y todo lo que tenga que ver con capacitación dentro del espectro que compete al Ministerio de Trabajo.
Houston recordó que las actividades audiovisuales y cinematográficas anteriormente estaban categorizadas en el segmento de entretenimiento y en la subclasificación de juegos de azar, por lo que no tenían posibilidades adquirir interés estatal, por ende, acceder a ayuda de tipo industrial.
Según datos de la Campro, actualmente 4.000 personas están trabajando en el sector audiovisual, incluyendo la mano de obra referente a la preproducción, el desarrollo del contenido hasta la visualización final en todas las ventanas (cine, televisión por cable, por aire, etc.). La última cifra relacionada al movimiento económico de la industria audiovisual es de US$ 180 millones al año.
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“Otra facilidad de esta designación como industria es tener nuestra propia información, de forma más certera y precisa con la conformación del Instituto Nacional de Audiovisual Paraguayo (INAP), que entre este año y el próximo ya estará funcionando”, acotó Houston.
Los avances de la producción audiovisual paraguaya
Mientras que para el director ejecutivo de la Campro, Ricardo Arriola, uno de los mayores avances que tuvo el sector audiovisual fue el aumento en la calidad de las producciones en colaboración con el sector privado, que logró abrir puertas muy importantes, como el acceso a fondos internacionales que permitió la coproducción de películas con países con industria desarrollada (Argentina, España, Francia, Alemania, entre otros).
“La exposición de varios títulos nacionales en festivales internacionales posicionaron a Paraguay como destino interesante para la inversión. Hubo también un salto importantísimo en la cantidad de tickets vendidos en las salas de cine y la apertura de nuevas salas en el interior del país, lo que permitió el acceso de mucha más gente a los contenidos audiovisuales”, argumentó Arriola. En lo que compete al campo publicitario, el directivo nombró a la apertura del mercado argentino como un factor determinante, lo cual habilitó que empresas y profesionales paraguayos realicen los spots de grandes marcas, que inclusive se difundieron a nivel regional, con calidad premium y con el precio más competitivo de la región (70% más barato que Brasil, 50% por debajo de Argentina y con Uruguay una diferencia del orden del 20%).
A criterio de Arriola, la industria audiovisual está en uno de los mejores momentos gracias a la coyuntura internacional. “La crisis económica de Argentina y Brasil y nuestra estabilidad macroeconómica nos posiciona como destino atractivo para la inversión. A nivel nacional contamos con la buena voluntad del Gobierno y un sector privado que sigue creciendo e invirtiendo en su desarrollo, generando empleo y ampliando el parque tecnológico”.
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