El experto habló de los desafíos, crecimiento y oportunidades en el ecosistema fintech. Explicó que es importante la regulación, puesto que en toda innovación hay riesgos que la banca tradicional como aliada no está dispuesta a afrontar. Sostuvo que la capacitación es indispensable a la hora de irrumpir con nuevos modelos de negocios.
Con respecto al estatus de las fintech a nivel regional, informó que en Argentina se experimentó un gran salto en los últimos 10 años. Además, cuenta con siete empresas unicornio, cuyos proyectos atrajeron grandes inversiones.
“Hoy nos encontramos con un ecosistema muy diverso en distintos niveles de madurez y complejidad, dependiendo del país. Lo que viene ahora son fichas más controladas en el mundo de la inversión, procesos de fusión. Hoy, hablar de una fintech que resuelve un solo producto financiero no es sustentable, hay que saber manejar más de un producto”, expuso.
En este sentido, indicó que existen fintech especializadas en lending, pagos, por lo que observa una oportunidad de fusión de modelos de negocios, hecho que ya acontece en EE.UU. Señaló que se debe tener claro el objetivo, “en algunas cosas compito y en otras coopero; por ejemplo empiezo modelos de colaboración con una entidad financiera y en otro segmento compito”, expresó.
En otro orden, resaltó la evolución del mercado de pagos en Argentina, con 45 millones de cuentas virtuales, tras romper monopolios a través de la legislación desde el 2015 hasta el 2018, cuando se dio espacio a la innovación.
El futuro de las fintech
En primer lugar,apuntó a la necesidad de una regulación, inversión y modelos de negocios acordes con la realidad.
“Estamos manejando el dinero de las personas y hay que custodiar el mismo sistema. Pero veo dos modelos muy claros y precisos. Uno donde los gobiernos, bancos centrales, definen un marco de trabajo a partir de normas comunes, etc. Pero no hay inversión. Esa inversión viene del ámbito privado. La inversión la hacen los bancos y las fintech”, contó.
El profesional destacó el caso de Brasil, que hizo no solamente el estándar y la norma, sino que hizo también la inversión. “Hizo el éxito de incorporación no solamente de los bancos sino del ecosistema financiero. Lo primero que hay que ver son las estrategias de gobierno de los bancos centrales, si hay inversión o no hay inversión”, adujo.
En otro plano, enfatizó en el nivel de formación de los bancos centrales, el riesgo sistémico y el usuario final. “La regulación tiene que cuidar al usuario general, lograr que tenga una habilidad mucho más simple. Y para eso muchas veces hay que romper las zonas de confort de los bancos tradicionales, generando no una disrupción en el marco regulatorio para que haya riesgo sistémico, sino para que aparezcan nuevos jugadores que empiecen a atacar distintos segmentos con tecnología, donde por ahí la capilaridad de un banco no llega”, significó.
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