La inversión comprometida asciende a US$ 150 millones y se destinará a una planta que producirá 600.000 litros diarios de etanol con tecnología de bajas emisiones. El proyecto representa una de las mayores inyecciones de empleo para esta región del país en décadas. Se estima la creación de 800 puestos durante la construcción, 300 empleos directos en operación y hasta 10.000 empleos directos e indirectos a lo largo de toda la cadena agroindustrial y logística.
“Este acuerdo marca un antes y un después para la región. Canindeyú se posiciona como pilar del nuevo Paraguay industrial y sustentable”, afirmó Omar Bustos, directivo de Enersur. El complejo utilizará insumos agroindustriales de origen local y transformará residuos agrícolas en energía limpia, alineándose con los objetivos de sostenibilidad y reducción de emisiones.
Según Praj Industries, proveedora de la tecnología, la planta será una de las más avanzadas de América Latina. “Estamos hablando de soberanía energética, innovación industrial y miles de familias que podrán mejorar su calidad de vida gracias a este desarrollo. Este tipo de inversiones consolida el liderazgo del Paraguay como potencia verde”, agregó Maximiliano Corsi, presidente de la Cámara Paraguaya de Biocombustibles (Biocap).
El acuerdo refuerza, además, los lazos estratégicos entre Paraguay e India. La transferencia de conocimiento, maquinaria y servicios por parte de Praj elevará los estándares de producción local y permitirá sentar las bases para futuros complejos industriales, incluyendo uno de combustibles sostenibles de aviación (SAF).
“Esta alianza nos ayuda a proyectar a Paraguay en el escenario global como productor de energía limpia, y eso nos vuelve más competitivos, resilientes y atractivos para nuevas inversiones”, destacaron desde el equipo económico del Gobierno.
El proyecto se alinea con la política de apertura productiva del Gobierno paraguayo y es un ejemplo concreto de cómo las inversiones estratégicas pueden impulsar regiones históricamente relegadas. Enersur, que ya produce etanol y alimentos balanceados con altos estándares de calidad, consolida así su liderazgo en el sector bioenergético nacional.
Las ventajas del etanol como combustible (reducción de emisiones, independencia del petróleo, precio competitivo) se suman al impacto directo en la industria nacional y el empleo local, pilares del modelo que esta planta viene a fortalecer. Con esta inversión, Paraguay apuesta por una matriz energética más limpia y abre un nuevo capítulo de inclusión territorial y desarrollo económico real para su interior productivo.
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