Daniel Díaz de Vivar, presidente de la Cámara Paraguaya de la Industria de la Construcción (Capaco), mencionó que el sector enfrenta muchos rezagos porque el Gobierno no está aprobando los proyectos pendientes.
“Este año fue difícil y recién empezó a repuntar en el segundo semestre. En el primer semestre nos golpeó muy fuerte la pandemia, después comenzó la reactivación económica tanto en el sector privado como público”, expuso.
El titular comentó que el sector público se vio afectado por la falta de desembolso por parte del Ministerio de Hacienda al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
Este asunto complica la situación por los compromisos asumidos con los bancos de plaza por parte de las constructoras y contratistas. De igual forma, lamentó que desde el Congreso Nacional hayan demorado en aprobar los créditos programáticos para el desarrollo de estos proyectos de obras públicas. A su vez, la última sesión de la Cámara Alta ya culminó, por lo que todo queda atrasado hasta marzo.
Para Díaz de Vivar, todo esto va en detrimento de los avances y crecimiento económico para un país que, a su criterio, está muy lejos de estar a la altura de la infraestructura de la región.
Visión 2022
“Creemos que el 2022 va a ser un año sumamente esperanzador para el sector de la construcción porque hay que salir de la recesión económica, y la mejor forma es trabajando. Obras Públicas tiene muchos proyectos, pero todo depende del Congreso y Hacienda”, remarcó.
Entre las obras que citó y se encuentran en tramos finales está el puente Chaco’i, puente de Carmelo Peralta, ruta Transchaco, corredores de la leche, ruta Alberdi-Pilar. De igual manera acotó que para culminar la costanera de Pilar falta un 40% aún.
Al referirse al crecimiento interanual, dijo que los números que manejan aún no son reales y recién en el primer trimestre del año que viene se sabrá con exactitud.
“Recién el año que viene sabremos si es que crecimos o se mantuvo nomás. Pero estimamos un 2% de crecimiento para el próximo año”, precisó.
Posteriormente, reiteró que el 2020, y pese a ser un año de inicio de pandemia, fue un buen año para el rubro porque en 2021 se redireccionaron los fondos para obras hacia el sector de la salud. A raíz de esto muchos constructores están sufriendo la falta de pago.
“La mayoría de las obras que se están haciendo son con créditos internacionales. A nivel local, cero. En el marco privado sí fue muy importante el salto. Es increíble la cantidad de edificios que estuvieron parados un año y retomaron, después están los que se empezaron a construir”, significó.
Por último, recordó que las inversiones deben seguir para construir el futuro y además los constructores se han endeudado con todos estos entresijos.
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