Desde Caacupé: Quesería Los Altos elabora productos artesanales y prevé sumar líneas más puras

Quesería Los Altos Serranos es un emprendimiento familiar que industrializa leche cruda proveniente principalmente de productores primarios de la zona de Caacupé y Atyrá. Se trata de la segunda generación que lleva adelante el negocio y ahora proyecta quesos bajos en grasa y sodio.

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Fabrican quesos de tipo pasta blanda, queso Paraguay, mozzarella y semiduros como el dambo. “Elegimos el rubro del queso por el legado de nuestros padres que nos han inculcado sobre esta noble profesión”, señaló Mariela Garabano Imas, propietaria.

La Quesería Los Altos Serranos nació en setiembre del 2018 en la ciudad de Caacupé, departamento de la Cordillera, sin embargo en la familia trabajan en el rubro lácteo desde hace más de 30 años.

Según la propietaria, la historia se remonta cuando sus padres tenían un tambo, donde producían leche y vendían casa por casa.

Luego tuvieron la valentía para emprender y perseguir el sueño de crear su propia industria láctea y fabricar yogures y quesos con la ayuda de un técnico francés experto en la elaboración láctea. Por cuestiones de tamaño e infraestructura se inclinaron solo hacia la elaboración de yogures.

“Hemos tenido la fortuna de heredar la experiencia y conocimientos y decidimos retomar la idea inicial de la elaboración de quesos artesanales con un bouquet propio y característico. Somos la segunda generación de este emprendimiento familiar”, comentó.

Sus productos marcan una diferencia mediante la calidad de la materia prima porque las vacas lecheras se alimentan de pasto natural sin ningún componente químico. Además, los ingredientes que utilizan para la elaboración de quesos no son agresivos. El queso que tiene mayor demanda en la fábrica actualmente es el dambo.

“Nuestro plan para el futuro es lanzar nuevos productos. Como la tendencia es que la gente cuide su salud, la idea es contar con una línea baja en sodio y grasas, sin lactosa, y quesos duros curados y madurados”, anunció.

Actualmente emplean a 11 colaboradores de forma directa y en forma indirecta, con los productores primarios llegan a 20 familias.

“En el orden de ventas, el año 2022 fue un año muy difícil por diferentes cuestiones que han afectado a la provisión de materia prima por la sequía, y por el alza en los costos de los insumos en la producción”, expresó.

Por lo tanto, trasladando eso al consumidor, se sintió una baja en el volumen de las ventas, sumado al factor asociado al contrabando proveniente de los países vecinos. Lamentó que este flagelo dañe principalmente las mipymes.

“Igual con este panorama estamos esperanzados con un 2023 más auspicioso para la producción y el aumento de las ventas”, agregó.

El principal desafío de la marca es mantenerse en el mercado, y conseguir estar en la mente de los consumidores, que una vez que degustan los productos, los prefieren.

“Deseamos enseñar a los consumidores lo que hay detrás de la elaboración de un queso artesanal, un producto de cercanía, pensado para disfrutar en familia y conociendo su lugar de origen”, significó.

Sostuvo que la calidad de sus productos elaborados de manera artesanal, ayuda a diferenciarse de los grandes industriales, al garantizar al consumidor la calidad y origen del producto.

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