“Tenemos inconvenientes en dos sitios específicos, uno de ellos en un tramo del río Paraná, donde existe problema de calado que generó una varadura importante de embarcaciones la semana pasada. Por suerte esto ya se solucionó. Todo es consecuencia de la falta de lluvias en la zona”, explicó.
El otro inconveniente se ubica en la zona de Alto Paraná, donde existe cerca de 100 embarcaciones varadas debido a que el caudal está por debajo de los niveles precisados. “Lo cierto es que, en dicha zona el nivel creció, aunque vamos a ir sintiendo el efecto lentamente, teniendo en cuenta que es un área con varias represas en los alrededores”, afirmó.
En cuanto a las pérdidas generadas destacó que lo primero que se pierde es tiempo, algo que obviamente influye de forma distinta según el mercado en que se encuentre cada empresa.
"En todos los casos, el impacto depende exclusivamente de los contratos de entrega que tengan las empresas, y las sanciones que suponen un reparto con demora. Pero evaluar una pérdida en estos momentos aún es algo apresurado para el sector industrial, y también para nuestro sector que es el transportista", agregó.
Aunque no existan cifras exactas, Muñoz aseguró que es una realidad que estas demoras inciden directamente en los prestatarios de servicios (transportistas), ya que los costos diarios de las embarcaciones siguen corriendo, aunque se encuentren varadas, y esto significa que se está dejando de ganar.
"Es cuestión de continuar esperando a ver qué sucede, no es un problema de dragado, sino de falta de agua. Creo que es un inconveniente que se solucionará con el paso de los meses", concluyó Muñoz.
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