La línea de chocolates es 100% nacional y sus respectivos nombres le hacen honor. Está la línea clásica Oikoite (chocolate blanco), con 30% de cacao; la línea belga Mbarete, con 55% de cacao; y la línea orgánica Chuchi con 70% de cacao, a base de chocolate orgánico, apto para los intolerantes a la lactosa, también es libre de azúcar y vegano.
“El emprendimiento nació en el 2015 con la llegada de mi hija, nació como una alternativa para conjugar la maternidad y el trabajo, para seguir generando ingresos para nuestra subsistencia”, comentó.
Más tarde, las ventas empezaron a llevarse adelante con los bombones artesanales en los colectivos y el Mercado 4, luego fue avanzando para proveer chocolates a los eventos sociales.
“En el 2019 inició la formalización total para alcanzar una visión mucho más amplia, hoy día seguimos proveyendo chocolates para eventos, pero también apuntamos a la comercialización de barras de chocolates en puntos de ventas”, describió.
La emprendedora relató que la producción de chocolates continuó como una pasión y a medida que discurría el proyecto fueron descubriendo que es un rubro que “apenas es explotado en nuestro país y que verdaderamente el paraguayo consume más de 150 gramos al año de chocolate”.
La línea que ofrecen es para todos los gustos, desde aquella persona que quiere darse un gustito dulce hasta aquella persona que por algún problema de salud o elección no consume azúcar o solo productos veganos.
Sobre el crecimiento del proyecto en volumen de ventas en 2021 y cuáles son las proyecciones para lo que resta del 2022, Alarcón manifestó que el 2021 fue un año difícil, realmente con muy pocas ventas.
Pero también fue el año en que pusieron en orden la parte legal y de registros, y se enfocaron en la inversión de los registros sanitarios y de productos con el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN).
“A mitad de este año, creo que ya estamos alcanzando la cantidad de chocolates vendidos en el 2021, pero por la razón de que era otro nuestro enfoque, más que ventas era poner en orden la casa y prepararnos para el crecimiento”, expuso.
La exportación es el sueño de la microempresaria, el llegar a los mercados europeos, pero considera que están aún en la etapa de posicionarse de forma local.
En el futuro buscan construir su propia fábrica con una guardería en el propio predio para las colaboradoras de Eleos y llegar a puntos masivos de comercialización de forma permanente.
“Los principales desafíos son la comercialización más que nada, la comercialización implica muchas aristas a tener en cuenta, desde la temperatura del mantenimiento hasta la forma de traslado”, indicó.
Asimismo, la satisfacción más grande que le ha dado el emprendimiento es ver crecer a su hija y acompañarla en su desarrollo, mientras realiza lo que le apasiona, que es el chocolate.
“Y eso es lo que anhelo para otras mujeres de Ypacaraí, tener la posibilidad de tener un trabajo digno que le facilite la crianza de sus hijos”, reflexionó.
Eleos, la marca de chocolates artesanales de Ypacaraí se propone ampliar sus puntos de venta
La iniciativa de producir chocolates artesanales bajo la marca Eleos nació en 2015 en la ciudad de Ypacaraí, encabezada por Ana Alarcón. Es así que elaboran bombones artesanales, paletas, barras personalizadas de chocolate y servicio para eventos.
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