Con la intención de contrarrestar el hackeo, aparece el hackeo ético, la alternativa para las empresas que deseen mejorar la seguridad de sus sistemas informáticos. Esto consiste en contratar a especialistas en hackeo para que midan la vulnerabilidad de la estructura empresarial para evitar ser víctimas de robo de información.
La compañía ISG Latam entró al mercado del hackeo ético cuando reconoció las necesidades que padecen muchas organizaciones, a las que ofrecen servicios profesionales de análisis y soluciones informáticas para empresas del sector financiero, aseguradoras, universidades, entre otras.
“Vimos la oportunidad de empezar este negocio porque existen normas internacionales y nacionales que obligan a las empresas procesadoras a que protejan los datos de las tarjetas de crédito”, mencionó Casares, quien junto a su compañero Esteban Florentín iniciaron el proyecto.
ISG Latam calcula que llevan unos 20 casos por año y proyectan duplicarlos para el 2019. Los costos son acorde al alcance del trabajo a realizar y la situación en la que se encuentra la seguridad informática de cada cliente. Víctor comentó que la empresa tiene una inversión de USD 5.000 destinada a los equipos especiales que utilizan para trabajar: Macs para trabajar por iPhone, celulares y Mini PCs Raspberry Pi, entre otros dispositivos.
La información es un riesgo
Las amenazas más recurrentes para las compañías son los robos de información, la alteración del funcionamiento y la pérdida económica tras la manipulación de transacciones. Un aspecto no menor, es cómo queda la reputación de una empresa víctima de un hackeo que la haya perjudicado.
Un sonado caso de hackeo bastante reciente fue el sufrido por el Banco de Chile, que según las investigaciones del Ministerio Público chileno perdió 2.500 millones de pesos.
Creando conciencia
La manera en la que ISG Latam trabajó su presencia de marca también es bastante innovadora, al utilizar charlas de concienciación para que la gente no conecte su equipo celular en cualquier lugar.
“Hace poco sacamos un parlantecito que sirve para escuchar música por USB o por Bluetooth y le pusimos una Mini PC Raspberry Pi adentro. Entonces cuando un iPhone se conectaba para escuchar música por Bluetooth, podíamos robar la lista de contactos. Luego probamos un equipo con sistema operativo Android, al que pusimos para cargar la batería por USB, y logramos leer los mensajes del Whatsapp, ver las imágenes y escuchar los audios”, contó Víctor.
La práctica del hackeo ético nos puede servir como instrumento para tener mayor seguridad y que la posibilidad de sufrir grandes perjuicios sea vea disminuida.
Para ver conocer más, pueden ingresar a la página de ISG Latam: https://www.isglatam.com. El número de contacto es (0972) 156-975.
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