Cada 14 de abril, en honor a Pascual Harriague, padre de la vitivinicultura uruguaya, quien falleció ese día en 1894 en la ciudad Bayona, capital del departamento de los Pirineos Atlánticos, Francia, a la edad de 75 años, se estableció como la fecha para conmemorar al Tannat. Es la única fecha precisa que se conoce de quien llegó al país oriental en 1838, con apenas 19 años, y se radicó en Salto en 1840. Nació en 1819, en la ciudad de Hasparren, también en los Pirineos Atlánticos, muy cerca de donde murió. Harriague dejó el legado de su cultivo, que dio a Uruguay identidad de país vitivinícola y, desde entonces, cuatro generaciones de viticultores uruguayos continuaron su trabajo.
La celebración inició el lunes 7 y se extiende con 2 actividades más hasta el jueves 10 de abril. La primera de ellas tuvo lugar en el supermercado gourmet Casa Rica, sucursal Molas López, donde se realizó una degustación de vinos de distintas bodegas uruguayas. También se sirvieron comidas típicas preparadas por el equipo gastronómico del propio local. El evento contó con la participación de las bodegas Bouza, Garzón y Narbona, cada una de ellas presentó diferentes estilos de Tannat.
Alejandro Sciscioli, sommelier explicó que la elección del lugar no es casual. Casa Rica mantiene un vínculo histórico con la Embajada de Uruguay y representa marcas uruguayas como la bodega Narbona, además de otros productos del país. “Casa Rica es parte natural de estas activaciones”, explicó Sciscioli, recordando que este es el segundo año consecutivo en que se realiza el evento en ese espacio, y que en esta edición se amplió a dos días.
La semana vitivinícola también incluirá una cena maridaje exclusiva en el restaurante Toro, el jueves 10. Allí, los asistentes podrán disfrutar de un menú por pasos acompañado de seis etiquetas seleccionadas: dos vinos blancos y cuatro tannats, maridados con platos pensados para resaltar sus perfiles.
Según Sciscioli, “los vinos uruguayos de tannat son muy distintos a los franceses o a los de Bolivia. Se destacan por su elegancia, fruta intensa, y su gran capacidad de guarda en roble y en botella”, explicó.
Durante las degustaciones, los visitantes pudieron conocer seis versiones distintas de tannat en Casa Rica: tintos y rosados. Cada uno con sus matices, provenientes de tres bodegas distintas. Algunos con más carga de roble, otros más frescos, pero todos con el sello frutal característico de esta uva. “Ese es el gran superpoder de la tannat”, afirmó Sciscioli.
En cuanto al maridaje, el sommelier sugirió opciones que van desde lo tradicional hasta lo innovador. “Un tannat tinto con un buen chivito uruguayo (equivalente al lomito paraguayo) es un clásico. Pero también recomiendo cortes intensos como la picaña, el vacío o el cordero, para los más osados, propongo maridar un tannat joven con surubí, destacando su acidez y cuerpo como elementos compatibles”, sugirió.
Uruguay Wine aparte de celebrar una cepa, celebra una forma de entender el vino como experiencia cultural, social y sensorial. En palabras de Ciccioli, la intención es posicionar al tannat y a Uruguay como referentes vitivinícolas en la región, pero también ofrecer a los paraguayos la oportunidad de descubrir una variedad compleja, versátil y profundamente identitaria.
Uruguay Wine
Es una marca sectorial del vino asociada a la marca paraguas de promoción del país: Uruguay Natural. A través de la misma se desarrollan actividades e iniciativas de promoción del vino uruguayo en el exterior.
Uruguay ocupa el cuarto lugar como productor en el continente Sudamericano y es el único con un clima Atlántico, lo que le ha permitido desarrollar vinos equilibrados con características únicas y reconocidas internacionalmente. El país sorprende y deleita a quienes lo visitan con una encantadora combinación de belleza natural, expresiones culturales únicas y un fuerte desarrollo social.
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