La noticia reactiva la emoción de los fanáticos que por años aguardaron el regreso del mítico motor Wankel. Aunque Mazda aún no confirma si el modelo llevará el nombre RX-7 o RX-9, sí adelantó que se tratará de un nuevo concepto, no un reemplazo directo de generaciones anteriores. La base de este desarrollo se encuentra en el Mazda Iconic SP, un prototipo presentado en el Japan Mobility Show 2023, cuyo diseño agresivo y proporciones compactas lo ubican entre el Miata y el RX-7 FD.
A nivel técnico, el nuevo deportivo incorporará un sistema híbrido en el que un motor rotativo funciona como generador para alimentar el tren eléctrico. Según datos de la propia Mazda, este sistema es capaz de entregar hasta 370 caballos de fuerza, con un fuerte enfoque en la neutralidad de carbono. El fabricante japonés ya había señalado oficialmente que este nuevo motor rotativo puede utilizar combustibles alternativos como hidrógeno, e-fuels y biocombustibles, lo que le permite adaptarse a regulaciones cada vez más exigentes.
En el comunicado de presentación del Iconic SP, Mazda indicó: “El sistema de propulsión del Iconic SP aprovecha la naturaleza compacta del motor rotativo para emplearlo como generador. Este enfoque permite la flexibilidad para adaptarse a distintas fuentes de energía, contribuyendo al objetivo de neutralidad en emisiones para 2050”. Con este enfoque, la firma espera posicionar el vehículo como una alternativa sustentable dentro del segmento de los coupés deportivos.
Aunque en un primer momento se habló de una llegada en 2026, el propio Umeshita advirtió que la fecha final dependerá de factores económicos, ya que la producción de este tipo de vehículos requiere justificar volúmenes y demanda a nivel global. No obstante, aseguró que el desarrollo técnico del motor rotativo ya está casi finalizado y que cumple con las normativas de emisiones en Estados Unidos, uno de los principales escollos que históricamente limitó su adopción.
De avanzar, el nuevo modelo se posicionaría por encima del actual MX-5 Miata en precio y prestaciones, entrando en competencia con modelos como el Toyota GR86 o el Subaru BRZ, aunque con una propuesta más tecnológica. El coupé híbrido también marcaría un cambio de paradigma en la línea de deportivos de Mazda, manteniendo la tracción trasera y una configuración tipo 2+2, mientras que el Miata seguirá fiel a su concepto de biplaza liviano y a combustión hasta después de 2027, cuando se espera una renovación con el motor Skyactiv-Z.
Con el respaldo de fuentes oficiales como Mazda Global Newsroom y las declaraciones recogidas por MotorTrend, el regreso de un deportivo con alma RX-7 ya no es solo una fantasía para nostálgicos, sino un proyecto concreto en camino. El rugido del rotativo, aunque ahora más silencioso, se prepara para volver a escucharse en las calles.
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