Essap hace agua por todas partes. Según la propia empresa, en Asunción se contabilizan alrededor de 1.100 caños rotos, por lo que, según el presidente de la estatal, Luis Fernando Bernal, la empresa dispuso que todas sus cuadrillas se aboquen a la reparación.
El funcionario afirmó que se está trabajando en forma ininterrumpida para llevar adelante las tareas, aunque advirtió que “no va a ser una solución definitiva, ya que debemos cambiar 300 km de cañerías ya obsoletas o mal colocadas". Lo que equivaldría a cambiar casi el mismo trayecto desde Asunción hasta Encarnción.
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El problema es de larga data. Essap es la sucesora de Corposana, institución estatal creada en 1954 (sí, hace 70 años) para la provisión de agua potable y alcantarillado sanitario. El problema que la mayor parte de su red de cañerías tiene la misma edad.
La obsolescencia de su infraestructura es notoria, situación agravada por el aumento de la demanda y porque la vida útil de sus caños ya llegó a su fin. Y para complicar aún más el panorama, en muchos casos la sustitución y extensión de la red se hizo con tubos inadecuados que terminaron por romperse por no ser aptos para aguantar la presión del suministro.
Las consecuencias se sienten hasta ahora -y cada vez más- con el consecuente perjuicio que causan las interrupciones en el suministro, la baja presión del fluido, el agua turbia y las calles rotas filtrando y perdiendo, deficiencias que afectan a la Essap como a cualquier otra empresa estatal de servicios.
“Este es un problema recurrente en todas las empresas del Estado, porque no tienen previsto mantenimiento, ni inversión, sean caños, cables, lo que sea. No tienen planes de modernización, y se mueven siempre de acuerdo al presupuesto limitado y a la plata que tienen”, manifestó el empresario Eduardo Felippo.
Miembro titular de la directiva de la Unión industrial Paraguaya (UIP), Felippo sostuvo que, al contrario de lo que ocurre con el sector público, la empresa privada se destaca por la planificación.
“En el sector privado una empresa toma en consideración lo que ella cobra por sus servicios para hacer alguna modificación, o el mantenimiento y la inversión. Eso no ocurre con las empresas del Estado, aquí ni en ninguna parte. Por eso, lo ideal es que se tercerice todo el servicio”, aseveró el industrial.
Plan ambicioso
Para paliar el problema actual la aguatera estatal prevé la reparación de 150 caños por día, en un plazo de 10 días, sin olvidar que la solución, como lo adelantó el propio titular de Essap, no será la definitiva.
Bernal también recordó que solamente en Asunción hay 1.000 reclamos pendientes, que se elevan a 1.500 en el área metropolitana. La Essap pierde alrededor del 50% de su producción por deficiencias atribuidas a la rotura de cañerías.
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