El principal reto en los primeros años fue cultural: muchas empresas paraguayas aún no concebían al marketing digital como una herramienta central dentro de sus estrategias de negocio. “Lo superamos demostrando con datos, con creatividad aplicada y campañas que generaban resultados visibles en ventas, posicionamiento y recordación de marca”, explicó Ruiz Díaz. Ese cambio de percepción fue el punto de partida para consolidar la agencia en un mercado que, poco a poco, comenzó a volverse más competitivo y exigente.
El marketing digital, como el propio ecosistema online, evoluciona constantemente. Para Ruiz Díaz, existen tres tendencias que están marcando el pulso del sector, “El contenido corto y audiovisual (como Reels o TikTok) que genera interacción inmediata; la personalización, donde las marcas hablan de manera más directa y adaptada a cada consumidor; y la creatividad aplicada a lo cotidiano, transformar observaciones reales que las personas suelen ignorar en un insight poderoso, y luego en un concepto de campaña que haga que lo común se vuelva relevante”.
En cuanto al comportamiento de las marcas paraguayas Ruiz Díaz, observó que, “Cada vez más empresas entienden que el marketing digital no es solo estar en redes, sino construir una estrategia de contenidos que hable de sus valores, que conecte y que venda. Aunque todavía hay sectores más tradicionales que se resisten, el cambio es evidente: las marcas que invierten en digital están siendo más competitivas y logran diferenciarse”.
Mirando a los próximos cinco años, el gerente proyectó una transformación aún más profunda. “El marketing en Paraguay va a moverse hacia la omnicanalidad y hacia un uso mucho más fuerte de la creatividad como diferencial competitivo. Las marcas que logren contar historias originales y conectar con su audiencia de una forma auténtica serán las que se destaquen”, señaló.
Aunque el e-commerce todavía no tiene la misma penetración que en otros países, Ruiz Díaz anticipó que habrá un crecimiento sostenido en experiencias digitales que integren de manera natural lo online y lo offline. Se trata de un proceso en el que el consumidor paraguayo demandará cada vez más fluidez entre ambos mundos.
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