Los lineamientos serán acompañados de fascículos de educación inclusiva, documentos breves con herramientas prácticas, ideas y ejemplos sobre ajustes razonables, estrategias metodológicas, criterios para la planificación con mirada inclusiva, entre otros temas de interés para docentes y comunidad educativa en general.
“Trabajamos de esta manera desde 2016 para fomentar el mayor cumplimiento a la Ley N° 5136/13 de la Educación Inclusiva, que hasta el día de hoy no se está cumpliendo a cabalidad, porque siguen existiendo algunos colegios que rechazan personas con discapacidad”, manifestó Marcela Torres, gerente de operaciones de Saraki.
La gerente mencionó que la Ley de Educación Inclusiva no solamente busca insertar a personas con discapacidad al sistema educativo, también insta a brindar apoyo a personas con otras necesidades, ya que se hace referencia a la educación para la diversidad. Según datos brindados por Saraki, menos del 30% de los niños y niñas con discapacidad están matriculados en el sistema educativo nacional, y de estos la mayoría permanece aislada, mientras que la ley habla de que el 100% de los niños con discapacidad deben estar matriculados en el sistema educativo nacional.
“Hay una debilidad fuerte técnicamente hablando por parte de los docentes de los colegios, porque sienten que trabajar con niños con discapacidad es difícil. Hay que derribar bastantes paradigmas sobre el tema, mostrándoles a los docentes que tendrán que diversificar más sus estrategias de trabajo con los chicos”, expresó Torres.
Otro factor que consideró que dificulta la aplicación de la ley es que la educación inclusiva debe ser transversal a todas las áreas, ya que en cualquier momento de la vida académica de un profesional puede aparecer una persona con discapacidad.
“El MEC viene haciendo un esfuerzo muy interesante, busca que la ley se cumpla, se capacitan, pero obviamente siguen en el proceso. La Senadis también brinda un apoyo importante a la cartera de educación”, resaltó.
Torres agregó que las dos principales líneas de trabajo que tienen en conjunto Saraki, la agencia estadounidense y el Ministerio son la inclusión laboral de personas con discapacidad y la inclusión educativa. “Queremos seguir apoyando a las escuelas, seguir apoyando en todo lo que es el conocimiento, habilidades y capacidades para dar cumplimiento a la Ley de Inclusión Educativa. Vamos a dar talleres con más profundidad y que sean de real provecho para los educadores”, sostuvo.
Índice de dificultades para la inserción
Consultamos a Torres cuáles eran los tipos de discapacidades más complejos y que necesitan mayor complejidad a la hora de implementar medidas de inclusión. La gerente de operaciones de Saraki nos respondió que las más vulnerables son las que tienen que ver con lo cognitivo, es decir, la discapacidad intelectual y psicosocial.
“Estas son las más complicadas de incluir tanto en el sistema educativo como en el sistema laboral. Luego, en un nivel un poco inferior, están las personas con discapacidad auditiva, luego los que tienen discapacidad visual y luego están las personas que no tienen un tipo de discapacidad congénita”, finalizó.
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