Según el ranking de la OMPI, el país más innovador de América Latina y el Caribe es Chile, que a nivel mundial ocupa el puesto 51 con una puntuación de 36,64, seguido por Costa Rica, ubicado en el puesto 55 con 36,13 puntos, México en puesto 56 con 36,06, Uruguay en el 62 con 34,32, Brasil en el 66 con 33,82, Colombia en el 67 con 33, Perú en el 69 con 32,93, Argentina en el 73 con 31,95 y Panamá en el 75 con 31,51.
Paraguay no aparece en el ranking pero sí está incluido dentro del informe, que lo ubica en el grupo de países con ingresos medios altos por debajo de las expectativas correspondientes al nivel de desarrollo junto a países de la región como Ecuador y República Dominicana. Este grupo se caracteriza por los siguientes datos: 61,3 puntos en instituciones, 29 puntos en capital humano e investigación, 44,2 puntos en infraestructura, 47,5 puntos desarrollo de los mercados, 29,8 puntos desarrollo empresarial, 19,9 puntos en producción de conocimientos y tecnología y 25,7 puntos de producción creativa.
Los países de ingresos altos a nivel mundial que superan las expectativas que les corresponde a su nivel de desarrollo son Dinamarca, Finlandia, Singapur, Suecia y Suiza.
En líneas generales, la OMPI consideró en su estudio que a pesar de que el crecimiento económico mundial esté estancado, que haya disminuido la productividad, tengamos guerras comerciales e inseguridad económica, la innovación va floreciendo en todo el mundo. Tanto en las economías desarrolladas como en las economías en desarrollo la innovación oficial (investigación, desarrollo y patentes) y la innovación informal mantienen un buen ritmo.
Por último, pero no por ello menos relevante, en 2017 y 2018 la inversión en innovación creció, al igual que el uso de la propiedad intelectual. A nivel gubernamental, el crecimiento de la inversión fue de 5% más al comparar el 2017 con el año anterior, mientras que el sector privado registró una variación del 6,7%.
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