En 2023 la producción de biodiesel alcanzó 34,7 millones de litros, mientras que la de etanol fue de 638.277 m3. Paraguay, uno de los principales exportadores de soja, destina un porcentaje significativo de su producción a la generación de biocombustibles, contribuyendo al desarrollo sostenible y la diversificación económica.
Francisco Jáuregui, vicepresidente de Biocap, indicó que en la cámara están trabajando en la creación de la Federación Americana de Biodiesel que estará integrada por los principales países productores del combustible, entre ellos, Argentina, Brasil, Bolivia, Perú. “Este esfuerzo fortalece la posición estratégica de Paraguay en la región. Además, seguimos trabajando en mejorar la ley de biocombustibles para permitir un crecimiento gradual y sostenible del sector”, explicó.
Conforme a los datos del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) Paraguay tiene una capacidad instalada de 244 millones de litros anuales de biodiesel. Sin embargo, para exportar, es crucial que el mercado local sea estable y atractivo.
Al respecto, Jáuregui resaltó: “La exportación es rentable solo si el mercado interno puede soportar la producción necesaria, ya que la exportación tiene márgenes bajos y requiere un capital de trabajo considerable. Por tanto, aumentar la eficiencia y ampliar el mercado local son esenciales para el crecimiento y la viabilidad de las exportaciones”.
Paraguay importa la totalidad de sus requerimientos diésel fósil, lo que representa alrededor de US$ 1.500 millones de exportación de divisas, afectando incluso a la cotización local del dólar. Asimismo, según la Biocap, el biocombustible paraguayo cumple los estándares más exigentes a nivel internacional. En el 2023 se exportó a Europa por US$ 10 millones y próximamente se exportará también a Estados Unidos.
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