Según comentó Ruiz Díaz en entrevista con InfoNegocios, Lomas de la Candelaria comenzó su incursión en la cría ovina con un enfoque comercial básico, pero un evento marcó su trayectoria: la adquisición de una matriz Texel y el posterior desarrollo de la cría con registro. Según José Ruiz Díaz, el Texel fue elegido por su versatilidad y calidad, destacando su carne, rusticidad y capacidad para adaptarse a diferentes sistemas productivos.
“Es una raza muy completa, que ofrece excelentes resultados en cría y terminación. Además, su practicidad para cruzamientos la hace ideal para producir corderos pesados de alta calidad”, comentó.
Inicialmente, la estancia contaba con solo 15 animales; hoy, el plantel cuenta con 45 ovinos, incluyendo 15 ejemplares puros de pedigree. Lomas de la Candelaria se especializa exclusivamente en la producción de genética de alto nivel, seleccionando rigurosamente sus ejemplares.
“Todo macho que no cumple con nuestros estándares es destinado a faena. Solo mantenemos los ejemplares superiores para reproducción, asegurando así una línea genética de calidad”, explicó Ruiz Díaz.
Además, la estancia opera bajo una filosofía de cría a pasto. Los animales se alimentan exclusivamente con pasto y sal mineral, adaptándose a las condiciones de campo sin necesidad de ambientes controlados.
El mercado ovino en Paraguay está en pleno auge, con una creciente demanda de genética Texel para la producción de corderos pesados destinados a faena. Ruiz Díaz señaló que el interés por la raza viene aumentado significativamente en los últimos años, tanto en productores establecidos como en nuevos criadores que buscan optimizar sus sistemas productivos.
“La genética Texel es una herramienta fundamental para quienes buscan producir corderos pesados de alta calidad. Nuestra misión es ofrecer reproductores que se adapten a sistemas pastoriles y garanticen resultados sobresalientes”, afirma.
A lo largo de su trayectoria, Lomas de la Candelaria llegó a realizar importantes inversiones en genética, incluyendo la importación de ejemplares puros de pedigree desde Uruguay y la incorporación de genética inglesa. Estas iniciativas buscan mantener la excelencia en la calidad de sus reproductores.
Para 2025, la cabaña apunta a fortalecer su posición como líder en genética ovina, con reproductores que combinen rusticidad, adaptabilidad y productividad.
“Queremos que nuestros clientes tengan la tranquilidad de adquirir animales capaces de rendir óptimamente a campo, con descendencias que marquen la diferencia en sus sistemas productivos”, concluyó Ruiz Díaz.
Con esta visión, Lomas de la Candelaria no solo se posiciona como un referente en la cría de Texel, sino también como un ejemplo de cómo la innovación y el compromiso pueden transformar el sector ovino nacional.
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