Los primeros meses transcurrieron normalmente hasta que llegó la cuarentena y la suspensión de actividades para todos los rubros no esenciales. “En esos 60 días no se fabricaron vehículos ni motocicletas”, completó.
Samaniego reconoció que la reprogramación del cobro de cuotas, las ventas, la asistencia técnica y otras acciones relacionadas causaron un gran impacto financiero en la compañía. No obstante, con la progresiva flexibilización se reactivó la demanda por la cantidad de particulares que buscaban movilidad alternativa o por el aumento de los servicios logísticos.
Y a pesar de este crecimiento en la demanda, Samaniego señaló que aún no recuperaron plenamente su índices de producción, ya que este año fabricarán el 80% de las unidades para la marca Leopard y un 50% de los automóviles para la marca JAC. “Esos porcentajes se comparan con las unidades fabricadas en 2019”, aclaró.
En cuanto a las ventas, Samaniego destacó que se recuperó un 90% del movimiento en la categoría motocicletas y un 50% en la categoría de SUV o camionetas 0 km.
"En la línea de motocicletas, desde finales del 2018, los consumidores están eligiendo motocicletas de menor costo porque las cuotas se ajustan a su capacidad de pago. Anteriormente se tenía un promedio de cuotas de G. 400.000, pero ahora el techo de cuotas es de G. 300.000", indicó.
Proyecciones para el 2021
"Somos optimistas y creemos que se dará una recuperación económica en 2021, sujeto obviamente a las condiciones sanitarias y a otras variables corporativas e industriales. Ese efecto rebote de la economía nos permitirá volver a nuestros volúmenes habituales en la producción y venta de unidades", manifestó.
A la par, Samaniego agregó que sería interesante contar con un producto que financie ágilmente la compra de las unidades como, por ejemplo, un producto a través del Banco Nacional de Fomento.
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