“Solo la zona de Santa Teresa y los barrios al norte de la Avenida España: Jara y las Mercedes principalmente, han incorporado 3.452 unidades residenciales en altura, lo que representa el 66% del inventario total”, asegura Ricardo Avalos, directivo de Canopy.
En cuanto al restante 44%: “se dispersa por la ciudad y tímidamente en algunas de las ciudades vecinas”, acota.
Para Avalos, algunas de las razones que han propiciado este fenómeno son: “el gran crecimiento que ha experimentado el parque automotor que afecta de manera crítica el traslado interurbano; el movimiento del sector financiero, gastronómico y comercial del casco urbano hacia los barrios tradicionales y consolidados de la ciudad; y el cambio estructural de las condiciones de consumo de la clase media, apuntalado por el gran crecimiento de la economía”.
“Estas condiciones fueron elementos clave para darle un empujón al desarrollo inmobiliario, y a la aparición del incipiente crédito hipotecario en Paraguay”, continuó.
A finales de 2010 Asunción disponía solo de 120.000 viviendas para sus 550.000 habitantes. Esto produjo una migración hacia las ciudades vecinas, de las cuales, Luque y San Lorenzo son hoy día más numerosas (en población) que la misma capital.
Según Avalos, aunque el mercado no consiguiera satisfacer esa demanda habitacional en la capital, “el desarrollo inmobiliario sí existió, solo que no se ajustó a las necesidades de las que venimos hablando”.
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