Nikolaus Osiw, profesional de Inteligencia Competitiva, destacó que esta expansión no solo se refleja en las cifras de exportación, sino en la diversificación de los productos y destinos. "No solamente observamos las exportaciones totales, sino la diversificación. Paraguay tiene una cantidad creciente de mercados y productos, lo que genera una mayor resiliencia", señaló Osiw, subrayando la capacidad del país para enfrentar posibles choques en mercados clave como el de la carne bovina, especialmente ante eventos disruptivos como la guerra en Rusia.
Entre los logros más destacados se encuentran las exportaciones de carne bovina a la República Centroafricana por un valor de US$ 108.363 y a Puerto Rico por US$ 511.424, así como la venta de una plataforma flotante a Uruguay por US$ 913.800. También sobresalen las exportaciones de biodiésel al Reino Unido por US$ 3.786.395, mostrando la creciente aceptación de productos sostenibles como el biodiésel en mercados internacionales.
El algodón, que fue un pilar de la economía paraguaya en el siglo XX, está viendo un resurgimiento, especialmente en la región del Chaco, compitiendo nuevamente en el escenario global. Este renacimiento se acompaña de la exportación de algodón a Portugal y China Continental, sumando un total de US$ 436.667.
“La gestión empresarial ha sido clave en esta expansión, con empresas paraguayas participando activamente en eventos internacionales, estableciendo conexiones estratégicas con importadores de todo el mundo, y adaptándose a las normativas de los mercados internacionales. Esto ha permitido que Paraguay no solo se enfoque en mercados tradicionales como Estados Unidos y Europa, sino que también explore economías emergentes en el sudeste asiático y África”, explicó.
Además, Paraguay ha incursionado con éxito en la exportación de productos innovadores y de alto valor agregado, como suero fetal bovino al Reino Unido por US$ 231.593 y aceites metilados a Brasil por US$ 107.516, demostrando su capacidad para competir en mercados exigentes.
Este desempeño exportador no solo fortalece la economía paraguaya, sino que también posiciona al país como un actor relevante en el comercio global, capaz de adaptarse a las dinámicas del siglo XXI y de aprovechar las oportunidades que ofrecen las economías emergentes.
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