Según Bruno Defelippe, expresidente de la Asociación de Emprendedores de Paraguay (Asepy), en los últimos años se dio una evolución, marcada en especial durante la pandemia, cuando se implementaron nuevas herramientas de financiamiento.
“El gran salto en la participación de las pymes en el sector financiero se produjo gracias a la creación del Fondo de Garantía del Paraguay (Fogapy), una herramienta que se lanzó antes de la pandemia, pero que cobró relevancia en el contexto de crisis. Es positivo que el 40% haya accedido a créditos”, afirmó Defelippe.
Defelippe recordó que el fondo garantizaba créditos para las pequeñas y medianas empresas, permitiendo que muchas de ellas accedieran a recursos necesarios para mantener sus operaciones. “En el momento más crítico, en diciembre de 2022, el número de garantías otorgadas alcanzó su punto máximo”, recordó.
Sin embargo, Defelippe aclaró que durante el momento de relevancia del Fogapy se enfrentaron problemas relacionados con la renovación de créditos y la falta de nuevos otorgamientos, lo que limitó el impacto de estas medidas.
En el ámbito de la formalización y el acceso a productos financieros, el emprendedor subrayó que es llamativo que muchas pymes formales, que deberían tener acceso a crédito, aún enfrentan barreras.
“Esto se debe, en parte, a la burocracia y a la falta de renovación de los mecanismos de financiamiento. En este contexto es importante simplificar los procesos para facilitar el acceso a créditos garantizados”, aseveró.
Asimismo, agregó que, aunque Paraguay enfrentaba problemas similares a otros países de la región, naciones como Perú y Costa Rica cuentan con iniciativas que podrían servir de referencia para mejorar nuestra situación.
El expresidente de Asepy también destacó la importancia de los incentivos para la formalización empresarial. “Las herramientas como Fogapy tienen ventajas significativas, como períodos de gracia y condiciones de pago extendidas. Sin embargo, es crucial que estas herramientas se utilicen efectivamente para que las empresas formales puedan beneficiarse realmente”, indicó Defelippe.
El emprendedor concluyó que es necesario mejorar los sistemas existentes y reducir los costos operativos asociados a la formalización. A su criterio, el Estado debe centrarse en simplificar los procesos, reducir la burocracia y hacer que la formalización sea más atractiva para las pymes.
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