"En este proyecto trabajamos 12 profesionales en la parte de diseño, construcción, software u otras áreas, invirtiendo hasta la fecha unos US$ 70.000 en el prototipo disponible y en las máquinas para la evaluación pre certificación. Según la proyección, esta certificación oficial se podría tener a inicios del próximo año", adelantó.
"Estamos en la etapa en que buscamos certificar el equipo, pero internamente no existe un organismo que se encargue de estas evaluaciones, ya que esta industria es bastante incipiente a nivel país. De todos modos, realizamos una inversión importante en la adquisición de estas máquinas para la evaluación técnica (de Estados Unidos), que nos permitirá hacer los ajustes pertinentes y mandar estos prototipos a países con experiencia en certificación, y así conseguir este aval", indicó.
Actualmente países europeos o asiáticos redujeron sus casos de COVID-19, “esto permite contar con más inmediatez de insumos y elementos que componen el SPE 1.500”, remarcó.
Con esto se asegura una producción base de hasta 100 respiradores mensuales en casos extremos, “si la pandemia avanza abismalmente y se necesite de una asistencia inmediata”, complementó.
Campos Cervera recordó que cuando hubo un pico de demanda, los ventiladores pulmonares automáticos incrementaron considerablemente su costo, alcanzando hasta US$ 40.000 en algunos casos.
Pero en el caso del SPE 1.500 se mantiene una base estimada en US$ 20.000, según Campos Cervera. “Este valor está por encima de los costos de producción que se manejan en grandes corporaciones dedicadas a la fabricación de respiradores (especialmente de China, donde el costo promedio es de US$ 10.000), pero con el diferencial de que Engineering genera mano de obra, brinda una entrega inmediata de los respiradores y ofrece una asistencia permanente ante cualquier eventualidad”, puntualizó.
"El equipo trabaja perfectamente en cada una de sus funciones, pero igual nos encontramos en la etapa de ajustar y perfeccionar cualquier detalle. En caso de registrarse una situación complicada en los próximos meses, podremos dar una respuesta eficiente si continuamos con estos controles", aseguró.
Para las pruebas de su prototipo inicial realizaron pruebas y muestras con los equipos de la Facultad de Veterinaria de la UNA y de médicos del Instituto de Previsión Social (IPS), manifestó Campos Cervera.
“Con esto se demuestra que es posible producir equipos tecnológicos con altas prestaciones en Paraguay y surge la oportunidad para que compañías de renombre visualicen los avances de la industria nacional, para eventualmente conformar alianzas con actores locales”, destacó.
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