Desde sus inicios, Zilli buscó ir más allá de lo puramente estético. La marca se propuso crear piezas que acompañen el uso cotidiano y se integren a los momentos de encuentro en el hogar. “La motivación fue transformar los espacios en lugares vividos, cómodos y con identidad propia”, señaló Zilli, destacando que cada mueble se diseña según el gusto, el estilo y la personalidad del cliente, sin resignar altos estándares de calidad.
Para la empresa, el diseño ocupa un lugar central y se define como equilibrio. Zilli explicó que no se trata solo de cómo luce un mueble, sino de cómo se utiliza, cómo se siente y cómo dialoga con el espacio. En esa línea, el diseño en Zilli apunta a perdurar en el tiempo, más allá de las modas, aportando armonía y personalidad a cada ambiente.
La elección de materiales responde a esa misma lógica. La firma trabaja principalmente con cuerda náutica y rattan sintético, materiales que combinan resistencia, versatilidad y estética. Según la copropietaria, estos insumos permiten crear piezas visualmente livianas, pero altamente duraderas, aptas tanto para interiores como para exteriores y preparadas para resistir el sol y la lluvia, una ventaja clave para el clima local.
Además de su durabilidad, estos materiales se alinean con las nuevas tendencias de diseño que priorizan texturas naturales y materiales nobles. “Son opciones que aportan calidez y acompañan una estética relajada, sin perder elegancia”, afirmó Zilli, al referirse al creciente interés del público por ambientes más acogedores y funcionales.
En cuanto a la demanda, la empresa detecta un marcado interés por muebles cómodos y de líneas simples. Sofás amplios, con sistemas cama o retráctiles, lideran las consultas, ya que permiten transformar un ambiente tradicional en un espacio versátil para distintos momentos del día. También se destacan los sillones de exterior, reposeras y piezas pensadas para adaptarse a múltiples usos y tamaños de espacios.
Zilli también observa un cambio en el comportamiento del consumidor paraguayo, hoy más informado y conectado con tendencias internacionales. Colores cálidos, tonos neutros y una estética simple ganan terreno, aunque la empresa apuesta por adaptar esas influencias globales a la identidad local y a las necesidades concretas de cada cliente.
En ese proceso, la asesoría personalizada cumple un rol clave. La copropietaria explicó que muchos clientes cuentan con el espacio, pero no logran visualizar el resultado final. Por ello, el equipo de Zilli acompaña cada decisión, escucha necesidades y propone soluciones acordes al estilo de vida, al uso del espacio y al presupuesto disponible.
Finalmente, Zilli remarcó que la calidad atraviesa todas las etapas del trabajo. La empresa selecciona cuidadosamente los materiales, prueba su resistencia y evalúa cada proceso de fabricación. Para la marca, la durabilidad forma parte del diseño: un mueble bien hecho mantiene su funcionalidad y su estética con el paso del tiempo, consolidándose como una inversión y no solo como un objeto decorativo.
Tu opinión enriquece este artículo: