De enero a junio de 2019, se registraron unas 143.651 transacciones en comercios electrónicos, y este año esa cifra aumentó a 262.856 transacciones, mencionó el gerente. Esto representó pasar de una facturación promedio de G. 55.658 millones, a una de G. 93.100 millones a junio. “Por más que estos números son excepcionales, el comercio electrónico todavía tiene mucho camino por recorrer en nuestro país”, reconoció.
Los rubros con más crecimientos fueron los de electrodomésticos y artículos electrónicos (+210), farmacias (+642), supermercados (+174) y transportes (+17%). En comparativa a los valores de junio de 2019 y junio de este año, se tuvo un crecimiento de 48% en comercios electrónicos, porque se reanudaron las actividades comerciales de forma física, pero igual se mantuvo una alta demanda.
Otro dato es que el 88% de estas compras se realizaron con tarjetas de crédito y el 12% con tarjetas de débito, destacó Pérez.
Igualmente, se tuvo un aumento de 129% en los pagos digitales de servicios, pasando de 1.011.662 transacciones a 2.313.432 transacciones. Pero si hablamos de montos, se pasó de movilizar unos G. 351.850 millones a unos G. 754.577 millones, señaló el directivo. Y el promedio de cada transacción es de G. 300.000.
Otros números
De igual forma, si se hace una comparación entre el nivel de facturación entre la fase previa de la pandemia (febrero) y el consumo actual (junio), existe una variación negativa de -27% entre todos los rubros, explicó. Al mismo tiempo, indicó señaló que se percibe un repunte gradual en la facturación de los comercios a partir de abril, pero que “todavía es bastante lento ese movimiento, por tanto, representa un desafío”.
Siguiendo esa línea negativa en la facturación, se registró en el mismo periodo de tiempo, una caída del 18% en las compras realizadas con tarjetas de crédito y débito. Pero incluyendo el movimiento de pagos que se registró en la billetera electrónica Zimple, con los desembolsos de los fondos de ayuda social, ese valor negativo, se convierte en un 0,04% (positivo), y con esto se llegó a comercios de 250 ciudades, refirió el gerente.
Con esto se tuvo un impacto en los comercios pequeños de todos los rincones del país, añadió. “El dinero que se entregó con estos subsidios permaneció en esa localidad porque se utilizaba para la compra de insumos necesarios en ese mismo sitio. Con esto, se dinamizó la economía que se encontraba ciertamente retraída”.
A la par de esto, a consecuencia del cierre de las fronteras se tuvo una caída del 85% en las compras de extranjeros en Paraguay, y a la inversa, también se tuvo una caída del 39% de las compras de paraguayos en el comercio electrónico internacional.
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