No obstante, este crecimiento fue superado en casi el doble por los depósitos en moneda extranjera, que pasaron de US$ 332,4 millones a US$ 661,2 millones, lo que representa un incremento del 98,9% y refleja una mayor disponibilidad de divisas y un uso más activo de la banca nacional para la administración de los recursos del Estado.
El ranking de los bancos que custodian estos fondos evidencia una notable reorientación. En guaraníes, el Banco Nacional de Fomento (BNF) reforzó su primer lugar, al incrementar su participación de 24,3% a 30,2% de los fondos, un movimiento coherente con las políticas que buscan fortalecer su papel como agente financiero del Estado. Le siguió ueno bank, que dio un salto hasta la segunda posición al aumentar su participación del 6,6% al 19%. El grupo de los cinco principales bancos, que completan Banco Continental, Sudameris y Basa, concentra en conjunto más del 80% de los recursos públicos en moneda local.
En dólares estadounidenses, el liderazgo también cambió: ueno bank encabeza la lista con el 23,5% del total, desplazando a Basa, que ahora ocupa el segundo lugar con 21,8%. Banco Continental, Sudameris y el BNF completan los cinco primeros puestos, reuniendo entre ellos más del 75% de los fondos estatales en divisas.
Frente a esta concentración, el economista Rodrigo Ibarrola explicó que la práctica de distribuir los depósitos busca mitigar el riesgo, aplicando el principio de no "poner todos los huevos en una misma canasta". Señaló que es crucial monitorear las tendencias y los comportamientos atípicos en los depósitos para gestionar este riesgo adecuadamente. Ibarrola afirmó que la estrategia siempre busca un equilibrio entre la rentabilidad y el riesgo, el cual se incrementa sensiblemente si todos los recursos se colocan en una sola institución.
Sobre la decisión de mantener estos recursos en el sistema bancario y no en otros instrumentos de inversión, el economista aclaró que, para el Estado, tener los fondos en depósitos bancarios genera intereses, y "algo es mejor que nada". Explicó que, si bien las cajas previsionales realizan inversiones de largo plazo para asegurar su sostenibilidad, el resto del Estado opera de manera diferente. Fuera del ámbito previsional, el Estado no cuenta con excedentes tan grandes como para colocarlos en un fondo de inversión y esperar el largo plazo, por el contrario, necesita mantener una alta liquidez porque afronta una gran cantidad de gastos diariamente, razón por la cual una parte sustancial de estos recursos se mantiene a la vista.

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