De acuerdo con el experto en agroclimatología, se espera un fenómeno de El Niño, entre moderado a fuerte, que empezaría a sentirse a partir de setiembre y ganaría poder en octubre. “Estamos saliendo de tres años de La Niña, por lo que se viene un Niño en transición con mucha fuerza, pero también con mucha irregularidad”, manifestó.
Sierra explicó que este fenómeno, que usualmente puede ocasionar problemas en la región Oriental debido al exceso de lluvias y a una leve sequía en la zona del Chaco, se intensificará considerablemente en los meses venideros. Por lo cual será de vital importancia que los productores se adapten y mejoren su gestión para las campañas de soja y maíz 2023-2024.
“En setiembre se espera un efecto de sequía, que se arrastra de agosto, principalmente en Alto Paraguay y Presidente Hayes, en tanto que la humedad mejorará en Boquerón. La perspectiva en este mes es que el clima mejore tempranamente, sin llegar a altos niveles, especialmente en Amambay, Concepción, Itapuá, Alto Paraná y Canindeyú”, precisó.
Para octubre las lluvias irán llegando al Chaco. El especialista estima que más 100 mm caerán en el sur de Boquerón, arriba de 75 mm en Alto Paraguay al igual que buenas cantidades de agua en Presidente Hayes. En tanto, en la región Oriental se irán acrecentando cada vez más con mucha fuerza. Se presume que la temperatura estará por encima de los 20 °C y se aguarda un buen nivel de humedad.
“Posteriormente, en noviembre se tendrían picos de lluvias en todo Boquerón, áreas vecinas con Argentina y casi toda la región Oriental, menos sobre el extremo norte de Concepción y Amambay. Subirá la temperatura, pero no tanto; hasta aquí, un El Niño muy típico”, manifestó Sierra.
En el último mes del año, empezarían los excesos tempraneros de tormentas en algunos puntos de la región Occidental, mientras que se apreciaría una evolución bastante irregular en la zona Oriental. “En el inicio del 2024 se aguarda la estabilización de El Niño, pues se registrarían más de 150 mm en todo el Paraguay. Se espera que la humedad del suelo se recomponga en todo el territorio nacional, aunque puede haber una pausa de lluvias”, pronosticó.
Yendo más adelante, para febrero y marzo se estima, en general, una buena distribución de lluvias. Concretamente, en el segundo mes del 2024 se tendría un ambiente más caluroso, seguido de un tercer mes con menor humedad en el suelo. Y luego, ya en otoño, cesarían las precipitaciones.
Para Sierra, en concreto, las perspectivas en torno a la próxima zafra agrícola son positivas, a pesar de que El Niño hará de las suyas, en especial en octubre. No obstante, “se tendrá una buena distribución de lluvias y también un porcentaje de humedad beneficioso para la zafriña del año que viene”, enfatizó.
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