El establecimiento −situado sobre las avenidas República Argentina y Eusebio Ayala− fue completamente renovado, además de ampliado y remodelado en todos sus niveles, con una inversión que rondó los US$ 2 millones. Allí se disponen todos los equipos y repuestos disponibles de Friopar, fabricados y en ciertos casos, importados mediante la representación, tal es el caso de Eluma, Emerson, Danfoss, Skymsen, entre otras.
En la locación, se realiza el corte en láminas de los rollos de metales como el aluminio, la chapa y el acero inoxidable, destinados a utilizarse para la fabricación. Una vez que se realiza el corte, las láminas pasan a la planta de fabricación de Friopar, en la ciudad de Fernando de la Mora.
Óscar Cabral, director ejecutivo de Friopar, contó que la empresa inició gracias a su padre, Bienvenido Cabral Isasi, a partir de la fabricación de heladeras. “Las heladeras comerciales y carniceras eran la exigencia de la época (1981)”, contó el director ejecutivo. En ese entonces, las heladeras de Friopar eran fabricadas en madera con aislantes y revestimiento de formica, recurriendo a tecnologías de Brasil y Argentina. Esto fue evolucionando con el tiempo, hasta convertirse también en una casa de venta de repuestos”, relató. Actualmente la firma emplea directamente a 100 personas y la cadena de valor se extiende a otras 400 a 1.000 personas más, según Cabral.
Demanda y alcance
“Si bien tenemos productos importados de más élite, a raíz de la exigencia del cliente, seguimos manteniendo la producción de heladeras más tradicionales y exhibidores de venta, sobre todo para el interior del país. mantenemos estos productos, también porque están dimensionados en base al clima que tenemos en el país”, indicó Cabral y aseguró que el porcentaje de ocupación del mercado paraguayo en refrigeración llega al 60%.
Friopar entrega entre 100 a 200 equipos de refrigeración para carnes y aproximadamente 300 equipos de congelado y conservación de hielos al año a través de una extensa red de distribución que abarca todo el país, con sucursales estratégicamente asentadas en Ciudad del Este, Encarnación y Coronel Oviedo. Así también, la gama de clientes con la que cuentan en el sector de gastronomía es amplia: bodegas, supermercados, heladerías, hoteles y bares. En este ámbito, destacó de la importancia de visitar al cliente y verificar la necesidad real que estos tienen de equipamientos de refrigeración. “Lo que producimos, muy rápidamente se comercializa en el territorio nacional”, comentó el directivo.
Permanecieron en el 2020 bajo los permisos
La pandemia llevó a Friopar a percibir fuertemente el cierre de los locales gastronómicos. “Nos acogimos a las normas del Gobierno. Reflexionamos mucho cómo encarar ese momento, fue muy difícil”, reconoció. Sin embargo, las necesidades de refrigeración de hospitales, sanatorios, laboratorios y centros de salud necesitaban ser atendidas, por lo que obtuvieron permisos especiales durante la cuarentena más dura, y así satisfacer las necesidades sanitarias. Al implementarse la cuarentena inteligente, la necesidad del mercado ya imperaba (restaurantes y bares), por lo que debieron “arrancar y empezar a trabajar en un periodo muy corto de tiempo”, pero acomodándose rápidamente.
Por último, Cabral expuso que para la empresa es indispensable mantener una relación de larga duración con el cliente, preocupándose siempre por sus necesidades reales. Del mismo modo, la atención personalizada y escuchar todos los requerimientos de los distintos segmentos. Para ser accesibles a más clientes, sostienen el plan de expansión, fortalecido por la experiencia en la dinámica comercial e industrial de Paraguay.
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