“Empecé a estudiar en 2016 en la Universidad de Chicago, cuatro años arte, era un estudio de todo tipo de técnicas, pero también pinturas, fotografía, collage, historia del arte. Después llegó la pandemia, me gradué acá online y dije, bueno, aprendí tanto, y lo que me más me gusta siempre fue la pintura y decidí dedicarme a eso. Entonces ahí apliqué a un máster, en 2022 en Baltimore en el Instituto de Maryland de Arte, y ahí hice solo óleo”, recordó Tardivo.
Fue así que consolidó su vínculo con la técnica y comenzó a desarrollar la serie que hoy presenta. El nombre "Sobremesa" surge como un juego entre su apellido —Mesa— y ese momento profundamente latinoamericano que ocurre después de comer: “la conversación, la intimidad, las confesiones y los silencios que sostienen los vínculos. La dinámica familiar siempre estuvo presente en mi obra. El humor, las miradas que se cruzan, los secretos que no se dicen todo eso está en mis cuadros”, detalló. La artista reconoció en el humor un componente esencial de la identidad paraguaya y lo convirtió en un hilo conductor que atraviesa la serie.
Los cuadros, vibrantes y luminosos, están construidos a partir de una paleta dominada por amarillos, lilas, azules y tonos cálidos, potenciados por la naturaleza brillante del óleo. En sus composiciones conviven escenas domésticas, personajes caricaturizados, gestos exagerados y elementos simbólicos que revelan una capa más profunda. Entre ellos aparecen calaveras, cuerpos fragmentados y guiños a la muerte: un recordatorio de que toda celebración lleva consigo una sombra. “Las dinámicas familiares son divertidas, pero también hay secretos, duelos no resueltos y cosas que incomodan”, afirmó.
Una de las obras centrales de la muestra es “Macondo”, pieza que Tardivo describe como “el primer bebé de la colección”. Inspirada en el realismo mágico de Cien años de soledad, la artista encontró allí un puente entre literatura, identidad latinoamericana y arte. El cuadro (que ya encontró comprador) presenta una mesa inclinada en un universo torcido, donde el color naranja y el lila dominan la escena. “Dentro del realismo mágico había una verdad que yo podía explorar”, señaló.
La muestra también marca un hito personal, es la primera exposición individual de la artista. Hasta ahora había participado únicamente en presentaciones colectivas. Este paso, asegura, la impulsa a seguir expandiendo el universo visual de Sobremesa y a trabajar en una nueva colección que ya está en proceso.
Tardivo mencionó que el público local está cada vez más abierto y dispuesto a conectar con la creación actual. “El paraguayo quiere el arte. A veces el prejuicio pesa, pero la gente ama el arte y lo busca como refugio”, comentó. Cita como inspiración a artistas como Carolina Danvers, cuya trayectoria la motivó a confiar en que es posible vivir del arte en el país.
¿Qué esperás que el público se lleve al recorrer Sobremesa?
Mi colección hace un llamado a la salud mental. Hablo de humor, muerte, familia, relaciones. Quiero que la gente vea mis cuadros y piense que no está sola. Que esas dinámicas humanas nos atraviesan a todos
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