Ambos dialogaron con InfoNegocios sobre la historia, los avances y los desafíos de esta profesión, esenciales para el desarrollo científico y productivo del Paraguay.
Para Maidana, este aniversario representa “un profundo orgullo y, al mismo tiempo, una gran responsabilidad”, porque implica honrar el legado de quienes, desde 1915, “promovieron la organización y la valoración del profesional químico, con el propósito de poner el conocimiento al servicio del desarrollo de nuestro país”.
Nos preparamos para celebrar 110 años de historia, evento que no solo pone en relieve la trayectoria de la profesión química en el país, sino también su impacto en sectores estratégicos como la salud pública, la industria, la educación y la innovación. La conmemoración, que tendrá su evento principal el 13 de diciembre, será además el escenario para la primera edición de los Premios Federación, con ello buscamos reconocer la excelencia en nuestra profesión, destacando la trayectoria, el impacto profesional, la innovación, la ética y el aporte al desarrollo del país. Las categorías contemplan a docentes, investigadores, profesionales y empresas del sector. Asimismo, se rinde un homenaje póstumo al Prof. Dr. César Aguilera, a la Prof. Dra. María del Carmen Helión de Ibarrola y al Dr. Víctor Constanzo.
La Federación tiene sus orígenes en la fundación de la Sociedad Paraguaya de Farmacia, el 19 de diciembre de 1915. En aquel momento, la Escuela de Farmacia dependía de la Facultad de Medicina de la UNA, y fue esta Sociedad la que “impulsó la creación de la Facultad de Farmacia, hoy Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Asunción”.
A lo largo de las décadas, la organización se transformó para representar a todas las áreas del saber químico, convirtiéndose en los años 1980 en una asociación de segundo grado que nuclea actualmente a seis gremios profesionales del país, Asociación de Químicos Farmacéuticos del Paraguay (AQUIMFARP); Asociación de Bioquímicos del Paraguay (ABP); Asociación de Químicos de la Industria Farmacéutica (APAQUINFA); Asociación de Ingenieros Químicos del Paraguay (APIQ); Asociación Paraguaya de Químicos Analíticos (APANIQUA); Asociación Paraguaya de Tecnólogos de Alimentos (ASPATAL).
Entre los principales hitos de estos 110 años de historia se destacan la creación de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Asunción, la consolidación de las industrias farmacéutica, agroquímica y alimentaria, y el fortalecimiento de laboratorios y centros de investigación.
Por otro lado, desde una mirada técnica, el Ing. José Soler afirmó que “el aporte del gremio químico a la realidad y desarrollo de un país es innegable y sustancial”, y que la ingeniería química permite “analizar, diseñar y gestionar procesos económicamente viables, sostenibles y orientados al desarrollo sostenible”.
Soler sostiene que Paraguay ofrece condiciones macroeconómicas favorables, lo que invita a la inversión extranjera y demanda profesionales químicos con capacidad de adaptación y resolución de desafíos en un entorno global competitivo.
Ambos coincidieron en que el sector enfrenta desafíos pendientes. Entre ellos, Maidana menciona: “el reconocimiento profesional, las leyes de ejercicio profesonal, la evaluación de instituciones formadoras, las oportunidades laborales, la inversión en desarrollo e innovación, la incorporación de tecnologías y la participación en políticas públicas, sostenibilidad y medio ambiente”.
Para Soler, otra prioridad es “la integración efectiva entre academia e industria”, con convenios, colaboración con organismos regulatorios y participación activa en espacios de decisión.
A futuro, la Federación busca fortalecer la capacitación permanente, la incidencia técnica y las alianzas que “dejen en un sitial de relevancia al profesional químico paraguayo”.
“La química transforma vidas y posibilita un país más saludable, competitivo y sostenible. Mantengan la curiosidad, la ética y la pasión por aprender. Nuestro país necesita de su talento para construir un mañana mejor”. Fue el mensaje que dejó Maidana dirigido a las futuras generaciones.
Y Soler, en la misma línea, llamó a comprometerse con la profesión y con el país: “El profesional debe saber, debe manifestarse y, por sobre todo, debe ser”.
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