El presidente del gremio, Paul Sarubbi, señaló que esta diversificación permitió a las constructoras paraguayas consolidar presencia tanto en el sector público (principal demandante de obras viales) como en el privado, donde se impulsan edificios, desarrollos habitacionales e infraestructura de gran escala. “Las empresas de nuestro gremio evolucionaron con profesionalización, equipamiento de primer nivel y mano de obra calificada”, destacó.
Sarubbi subrayó que las constructoras locales compiten con ventajas en las licitaciones nacionales. “Entendemos nuestro mercado y estamos en condiciones de ejecutar cualquier tipo de infraestructura”, afirmó, al tiempo de remarcar que el capital humano y el parque de maquinarias colocaron a Paraguay a la altura de los estándares internacionales.
En cuanto a innovación tecnológica, el titular de Cavialpa resaltó la incorporación del modelado de información de construcción (BIM), una herramienta que gana terreno en el país. “El BIM permite proyectos más efectivos, menos errores, mejor control de cronogramas y compras más precisas. En mercados como Perú ya es obligatorio y Paraguay se está preparando para ese nivel”, aseguró.
El dirigente reconoció que el sector vivió un 2023-2024 más lento por el cambio de gobierno y los límites que impone la Ley de Responsabilidad Fiscal, que exige un déficit máximo del 1,5% para 2025. Sin embargo, proyectó que este año marcará la reactivación con nuevas inversiones públicas y privadas. También mencionó que el trabajo conjunto entre Estado y gremios explora alternativas como concesiones y asociaciones público-privadas (APP) para alcanzar los niveles de inversión que el país demanda.
Consultado sobre la inversión extranjera, Sarubbi indicó que las empresas internacionales participan en el mercado, especialmente en el sector público. Sin embargo, valoró que la mayor parte de las obras se ejecuta con constructoras paraguayas. “Es sano que seamos nosotros quienes construyamos nuestro país. Los paraguayos pensamos en el mediano y largo plazo, y demostramos estar a la altura de cualquier desafío”, sostuvo.
El presidente de Cavialpa también fue claro al señalar los problemas que generaron algunas compañías extranjeras. “La mayoría de las obras inconclusas correspondió a empresas foráneas. En cambio, las paraguayas cumplieron con excelencia. Yo soy fanático de nuestras empresas”, afirmó.
Finalmente, Sarubbi remarcó el impacto positivo que genera confiar en firmas locales: las inversiones se reinvierten en el país, impulsan la marca país, fortalecen la mano de obra y mejoran la calidad de vida. “Es un ganar-ganar para todos”, concluyó.
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